Región Sierra
Aquellos
que nunca han visitado el Ecuador a menudo se lo imaginan como una
tierra selvática que está en medio del mundo y cuyas playas están
bañadas por el Océano Pacífico. Es increíble, dicen, que la Cordillera
de los Andes represente una gran área del país, con volcanes que suben
hasta el cielo, y a sus pies páramos y valles, todo lo cual forma parte
de una considerable región ecológica temperada.
Hace cinco millones de años, a inicios
del Plioceno, la cadena montañosa de los Andes empezó a formarse. La
Cordillera dividió el Ecuador en dos planicies cubiertas de bosques con
una franja intermedia angosta bordeada por la "Avenida de los Volcanes".
Aquí evolucionó una flora y fauna de indescriptible, riqueza,
adaptándose a las bajas temperaturas, los fuertes vientos, la intensa
radicación ultravioleta, la lluvia, el granizo, la nieve y las grandes
alturas.
La Cordillera de los
Andes atraviesa el Ecuador de norte a sur y está dividida en tres
sectores: la Cordillera Oriental, la Cordillera Interandina con
numerosos valles y hoyas, y la Cordillera Occidental.
En la Sierra la estación lluviosa o
invierno dura de octubre a mayo, con una temperatura anual promedio
que varía de 12ø a 18ø c. Empero, la variación diaria puede ser
extrema, con días muy calientes y noches muy frías. Y sin embargo,
algunas personas se refiere al clima de la Sierra como una "eterna
primavera".
Las condiciones
climáticas existentes en la Sierra así como la reciente actividad
volcánica han incentivado un desarrollo peculiar e interesante de las
especies vegetales, el mismo que caracteriza los bellos paisajes del
área conocida con el nombre de páramo. La décima parte del Ecuador
27.000 Km2 está cubierta de páramos o de vegetación seca. Ubicada entre
los 3.500 y 4.500 mts. sobre el nivel del mar, la región del páramo es
un hábitat ideal para cóndores, caracas, venados, llamas, vicuñas,
colibríes y flores multicolores.
Los páramos andinos están
caracterizados por la presencia de plantas gramineas, almohadillas y
otro tipo de vegetación propia. Los páramos del norte, en especial el
páramo de El Angel, son famosos por sus frailejones gigantes (Espeletia).
Por otro lado, aquellos ubicados en los contrafuertes de la cordillera
son ricos en brezos, líquenes y árboles cubiertos de musgos, sirviendo
al mismo tiempo de morada a osos, tapires y pumas.
Fuente:jc2630 |