El Castillo:
Apenas si queda nada de él más que sus ruinas, pero aún se conserva
parte de la muralla árabe, con un arco en la puerta de entrada.
La Plaza Mayor:
La encontramos en la parte antigua de la ciudad. La plaza alberga el
ayuntamiento, un edificio levantado sobre tres arcos de medio punto y
con decoración rococó. Enfrente nos encontramos con el convento de las
Petras, y entre ambos edificios una calle en la que todavía quedan casas
de estilo popular.
La Catedral:
Se comenzó a construir a finales del siglo XII. Destacan sus capillas,
la Sala Capitular o la Sacristía. En la parte central vemos el coro,
tallado en madera, y la Capilla Mayor, con altar neoclásico.
Torre de Mangana:
Es un símbolo importante de la ciudad que en la actualidad se utiliza
como reloj municipal. Se cree que su uso era de catapulta lanza piedras,
como elemento defensivo a los atacantes de la ciudad.
La Casa de las
Rejas y Posada de San Julián:
Es un solo edificio de dos plantas, con ejemplos de rejería tradicional
de la provincia y escudos nobiliarios y familiares en su fachada. Está
construido de sillería en su portada se aprecian tres arcos de medio
punto.
Casas Colgadas:
Son edificios de estilo gótico popular que conservan elementos
originales que sirven de museo. En el interior se pueden ver los
componentes de madera, que abundaban en esta casa. En al actualidad solo
quedan tres de ellas.
Carmelitas
Descalzas:
Es del siglo XV y se erigió como convento de las Carmelitas. La forma de
la casa es totalmente irregular y en ella se distinguen a la perfección
la parte del convento, de la casa de la Demandera y la iglesia. En la
actualidad alberga la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, una
residencia y una sala de exposiciones.
Puente de San
Pablo:
Es del siglo XVI y es un puente de piedra formado por cinco arcos
apoyados en pilares en forma de torres. Tras su reconstrucción se
levantó una pasarela de hierro. El puente tiene unos sesenta metros de
altura. |