Las Murallas:
Circundaban la ciudad y su recorrido era de largo más de dos Km.. Cuenta
con características romanas y mudéjares, y en la actualidad está en
proceso de restauración.
La Catedral de la Trasfiguración del Señor de Huesca:
Es del siglo XVI, aunque el inicio de la construcción fue en el siglo
XIII. Es de estilo gótico muy marcado en su decoración y en sus formas.
Monasterio de San Pedro el Viejo:
Es del siglo XII y es un monasterio románico en el que se pueden ver el
claustro y el panteón real de los reyes de Aragón en el tiempo en que se
construyó. Podemos encontrarlo en el casco antiguo de la ciudad.
La iglesia- Convento de San Miguel:
Es de estilo románico tardío, y todo el mundo lo conoce como Las
Miguelas, ya que está ocupado por monjas carmelitas.
El Santuario de Salas:
Se encuentra en la zona de huertas de la ciudad. Este edificio es de
estilo románico, y en él se celebra todos los años una romería por la
Virgen de Salas.
El Palacio de Villahermosa:
Es del siglo XIV y es de estilo gótico. En él se ven los elementos
bestiarios y heráldicos, ya que ha sido reconstruido hace muy poco
tiempo. Entre las figuras que podemos observar aves, leopardos,
serpientes y sirenas.
Edificio del Círculo Oscense:
Es de principios del siglo XX y es una de las obras más características
realizadas en ese periodo. Es de estilo modernista, lo que hace que
exista mucho contraste entre los edificios de gran antigüedad. Lo
encontramos en la Plaza Navarra.
El Palacio Municipal de Deportes:
Este edificio es de 1990 y se encuentra a las afueras de la ciudad. Es
un gran proyecto de arquitectura, por lo que la visita es casi obligada.
Es muy modernista, pero al encontrarse en las afueras de la ciudad, no
choca con los demás edificios. En un principio, se pretendía que el
techo fuera colgante, pero debida a su empegadura, desistieron de ello. |