Muralla de Lugo:
Fue declarada Monumento Nacional por el Estado Español en 1921 y
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 30 de noviembre de 2000. Es
de finales del siglo III, principios del siglo IV, y es de estilo
romano. Rodea todo el centro de la ciudad y es el ejemplo de
arquitectura defensiva mejor conservado. Cuenta con dos Km. de perímetro
y merece la pena acercarse hasta ella para ver toda la ciudad desde
aquí.
La Catedral:
Cuenta con una mezcla de estilos como planta románica, alzado gótico y
algunas partes neoclásicas y barrocas. El templo inició su construcción
en 1129, bajo la dirección de Raimundo Monforte. En la puerta norte
destaca el sólido pórtico gótico que la protege.
El Palacio Episcopal:
Es del siglo XVIII. Es un palacio sobrio, con aires de pazo nobiliario.
Convento de San Francisco:
Es del siglo XII, destacando en él su iglesia gótica, con ábside y
claustro románico.
En el interior del edificio encontramos un museo, El Museo Provincial,
en el cual encontramos escultura, arqueología, imaginería, etnografía,
etc.
El Ayuntamiento:
La primera parte es del siglo XVIII, siendo un buen ejemplo de la
arquitectura gótica gallega. La torrecilla del reloj que vemos en la
portada del mismo es del siglo XIX, posterior a la primera construcción.
La Plaza del Campo:
Es una de las zonas más bellas de la parte vieja de la ciudad. En la
plaza podemos observar unos soportales, con columnas decoradas, parece
ser reutilizadas de otros monumentos romanos de la ciudad.
Termas romanas:
Las encontramos en la orilla del río, en los bajos del edificio que en
la actualidad es el balneario. La estancia más grande y vistosa era el
vestuario, y cerca de la misma nos encontramos con la escalera central y
la sala de baños, que en otros tiempos fue capilla cristiana.
El Puente Romano:
Lo encontramos muy cerca de las termas. Este puente, parece ser que
formó parte de la vía que iba de Lucus Augusta a Bracara Augusta, la
actual Braga, ciudad de Portugal. |