Montblanc, esplendor medieval
Cuenta la leyenda que fue
delante de la muralla de Montblanc, en Tarragona, donde san Jorge mató
al dragón, salvando así a la princesa y a todo el pueblo de las garras
del monstruo. Muy cercana al monasterio de Poblet y al de Santes Creus,
Montblanc es una localidad medieval de calles ancladas en el tiempo, que
permiten evocar con facilidad historias de magia y leyenda, como la del
santo caballero.
De este conjunto
monumental y artístico, reconocido en el año 1947, lo primero que nos
encontramos es la muralla del siglo XIV, con sus treinta torreones y
cuatro puertas de entrada a la ciudad. En una de ellas, en la de San
Jorge, vemos un mosaico en el que se narra la hazaña del caballero. Y es
que, según la leyenda, fue justo enfrente donde tuvo lugar la batalla
con el dragón.
La Semana Medieval
Para celebrar la victoria de San Jorge
sobre el dragón, Montblanc organiza cada 23 de abril la Semana Medieval,
en la que el municipio se vuelca para rememorar esa hazaña con
disfraces, música y comidas típicos de la época, ofreciendo al visitante
una inmersión total en la Edad Media.
Una villa de palacios
Dejando a un lado la leyenda de san
Jorge pero no el espíritu histórico de Montblanc, nos adentramos en su
casco antiguo. Entre los edificios más destacados, está el Palau Alanyà;
un elegante palacio gótico que actualmente es la sede del consejo
comarcal.
Y de casonas remodeladas
También destaca el ayuntamiento que,
aunque es original del siglo XIII y XIV, ha sido completamente
remodelado, respetando la fachada principal.
Ni un grano de más
Un detalle curioso aparece bajo los
porches de Pallol, en la misma Plaza Mayor, donde una piedra labrada con
orificios de distinta capacidad servía como medida oficial para los
sacos de grano. Cerca, otra construcción remarcable es el Casal dels
Josa, que ahora acoge el museo comarcal. Del siglo XII queda el Pont
Vell, el puente que se construyó para cruzar el río Francolí. Hoy solo
se puede cruzar a pie.
La mejor música de órgano
Montblanc cuenta también con un buen
número de edificios religiosos, entre los que destaca la iglesia de
Santa Maria la Mayor, también conocida como la Catedral de la Montaña.
Situada en la parte más elevada del
municipio, desde donde se obtiene un estupenda vista general de las
murallas, es un compendio de estilos gótico y barroco. Su órgano, que
data del siglo XVI, es uno de los mejores de Cataluña y se puede
escuchar durante el ciclo musical de verano.
Festivales alternativos
Una vez al año, Montblanc deja su
pasado medieval al margen para convertirse en la capital de los clicks
de Playmobil, gracias al festival Clickània. Durante cuatro días, que
coinciden con el puente del Pilar, se pueden comprar clicks de todo tipo
y los niños pueden participar en actividades varias.
Tradición al alcance de todos
Otro encuentro es el de Terrània, el
festival internacional de cerámica que pretende enseñar al visitante una
cerámica artística y decorativa, más allá de la tradicional y la
destinada a la fabricación de utensilios.
El sabor de la tierra
Capital de la comarca de la Conca de
Barberà, en Montblanc podemos degustar vinos con denominación de origen.
La mayor parte es blanco y rosado (a base sobre todo de uva verdeja y
parellada) pero también se producen buenos tintos (con tempranillo y
garnacha). Ahora se están introduciendo cepas de chardonnay, cabernet
sauvignon y syrah.
Estos vinos se pueden degustar en el
Celler Cooperatiu, una bodega modernista construida a principios del
siglo XX por los viñadores de Montblanc. Cerca, en la pedanía de
Prenafeta, encontramos el Museo del Vino, que, aunque es privado, se
puede visitar con cita previa.
Sugerencias gastronómicas
La tradición marca la cocina de la
comarca, con sus coques de recapte (masa de pan extendida con verduras
asadas) y los dulces a base de almendras recubiertas de una pasta
azucarada que llevan por nombre merlets y montblanquins. A su vez, los
restaurantes de la zona conjugan la cocina tradicional con toques
modernos que realzan los sabores de siempre.
Setas, carnes y pescados
Para disfrutarlos en un entorno
medieval y con vistas al Palau Alanyà, tenemos El call de Montblanc,
cuya especialidad es el bacalao.
Otra opción, cerca del monasterio de
Poblet y a unos siete kilómetros de Montblanc, es la Masia del Cadet
donde miman la materia prima. Aquí podemos degustar la coca de setas de
temporada, los caracoles o la carne a la brasa.
Fuente: guía repsol.com -
www.redestravel.com |