Kenia es un país del
Norte de África
Geografía de Kenia.-
Limita al norte con Sudán, Etiopía y Somalia, al sur con Tanzania y el
Océano Índico, al este con Somalia, y al oeste con Uganda y Tanzania.
Se distinguen cuatro zonas
geográficamente diferenciadas : la meseta central dominada por el Valle
del Rift que la atraviesa de norte a sur, desde el Lago Turkana hasta el
Lago Magadí ; la meseta occidental, donde se encuentran el Lago
Victoria, el Monte Elgán y los principales Parques Nacionales de Kenia;
el cinturón litoral con 500 kms de costas y la zona semidesértica del
noreste del país dominada por el desierto de Chalbi.
Las elevaciones principales, de origen volcánico, son
el monte Kenia de 5199 mts de altitud, que es el segundo monte más alto
de Africa, detrás del Kilimanjaro, y el monte Elgon de 4321 mts.
La hidrografía está formada principalmente por los
numerosos lagos existentes (Victoria, Turkana, Baringo, Nakuru,
Hannington, etc.). Cuenta además con dos ríos importantes : el Athi y el
Tana.
El clima varía entre templado y tropical con
temperaturas que van de los 10º C a los 30º C.
Fuente: varios medios
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El país toma su nombre del
Monte Kenia, la cumbre más alta del país. El nombre significa
"montaña luminosa" en una de las lenguas locales. El topónimo correcto
en
inglés y
suajili
es "Kenya", término que es utilizado a nivel estatal en todas las
lenguas extranjeras, como sucede con los textos en
español de algunas organizaciones internacionales, como las
Naciones Unidas.[cita requerida]
No obstante, el topónimo prescrito para el idioma español es la forma
adaptada a la ortografía española, "Kenia".[2]
En suajili el
dígrafo
ny tiene el valor de la letra ñ en castellano. La
Enciclopedia Espasa, en su suplemento 1961-1962, páginas 800 a 802,
utilizó la forma Keña (gentilicio keñano),[cita requerida]
más acordes a la pronunciación original de la palabra. Estas formas no
han tenido continuidad de uso.
El
gentilicio mayoritario y recomendado es keniano, keniana;
no obstante, también se utiliza la forma igualmente válida keniata,
derivada probablemente del nombre del primer presidente de Kenia,
Jomo Kenyatta.[1]
Las menciones en televisión y radio al "Presidente Kenyatta" llevaron a
algunas personas a malinterpretar el nombre propio como un gentilicio.
Historia
Algunos fósiles encontrados al
este de
África sugieren que
protohumanos rondaron el área de la actual Kenia más de veinte
millones de años atrás. Hallazgos recientes en las cercanías del
lago Turkana indican que homínidos como el
Homo habilis y el
Homo erectus habitaron en el territorio más de 2,6 millones de
años atrás.
La historia colonial de Kenia comienza con el
establecimiento de un protectorado
alemán
sobre las posesiones costeras del sultán de
Zanzíbar en
1885, seguido por la llegada de la
Compañía Británica de África Oriental en
1888. La
incipiente rivalidad imperial terminó cuando Alemania otorgó sus
posesiones costeras a
Gran Bretaña en
1890, a
condición de que ésta respetase su dominio sobre sus recientemente
adquiridas posesiones en la actual
Tanzania.
A partir de
octubre
de 1952 y
hasta
diciembre de
1959, Kenia
se mantuvo bajo un estado de emergencia como consecuencia de una
rebelión en contra del dominio británico. Las primeras elecciones
directas de africanos para el Consejo Legislativo se llevaron a cabo en
1957. A
pesar de las esperanzas británicas de otorgar el mando de la nación a un
grupo de líderes africanos "moderados", fue la Kenya African National
Union (KANU,
Unión Nacional Africana de Kenia) de
Jomo Kenyatta la fuerza política que formó el primer gobierno luego
de la independencia de Kenia el
12 de diciembre de
1963.
Kenyatta se convirtió en el máximo dirigente del país en un principio
como Primer Ministro y, a partir de
1964,
cuando Kenia se convirtió en
república, como primer Presidente de la República.
Tras la muerte de Kenyatta en
1978,
Daniel Arap Moi lo sucedió en la presidencia. Tras un intento
fallido de
golpe de estado en
1982, Moi
prohibió los partidos de la oposición y declaró un régimen de partido
único. Las presiones internacionales llevaron al restablecimiento de una
democracia multipartidista en
1991. Moi
ganó las elecciones presidenciales de
1992 y
1997. En el
año 2002,
Moi no se podía presentar a las elecciones debido a la limitación de
mandatos establecida por la constitución, y apoyó a su sucesor
Uhuru Kenyatta, hijo de Jomo Kenyatta. La National Rainbow
Coalition (Narc, Coalición Nacional del Arco Iris), que agrupaba a
numerosos partidos de la oposición, liderada por el veterano político
Mwai Kibaki, ganó las elecciones. Kibaki se convirtió así en el
tercer presidente de Kenia.
La etapa en el poder de Kibaki ha estado empañada por
los escándalos de corrupción y por los violentos enfrentamientos debidos
al proyecto de nueva constitución promovido por el presidente Kibaki,
que fue rechazado en referéndum el
21 de noviembre de
2005. Este
rechazo al proyecto de una nueva constitución que habría concedido
amplios poderes al presidente, ha sido visto como un voto de castigo al
propio Kibaki y la oposición ha reclamado la convocatoria de elecciones
anticipadas.
Independencia de Kenia
A pesar de los temores de los colonos blancos, el
gobierno de Kenyatta resultó moderado, prooccidental y progresista.
Aunque Kenia, hacia finales de la década de 1960 era, de hecho, un
Estado de partido único, se permitió una considerable libertad dentro
del partido, y el gobierno pocas veces abusó en sus actuaciones. La
redistribución de la tierra (aunque se hizo en favor de los kikuyu)
tranquilizó mucho la reivindicación de los dirigentes tradicionales.
Kenia se convirtió en república en 1964, siendo Kenyatta su primer
presidente.
Procuró mantener unas cordiales relaciones con los
países vecinos aunque esto fue difícil en ocasiones, en especial con el
régimen de Idi Amin Dada en Uganda. En 1967 se creó la Comunidad
Africana Oriental, una unión económica de los tres países, considerada
como un primer paso para la unificación política; esta intención
desapareció progresivamente, aunque a comienzos de la década de 1980 los
miembros de la antigua comunidad consideraron su restablecimiento.
La política moderada y estable del gobierno de
Kenyatta atrajo a un gran número de inversores extranjeros; se
estableció una nueva área industrial cerca de Thika, y se modernizó la
zona central de Nairobi. La industria del turismo, fundamentada en las
grandes reservas nacionales de fauna salvaje, se expandió rápidamente
para convertirse en la fuente más importante de entrada de divisas.
Kenyatta fue reconocido a la hora de su muerte en 1978 como Mzee, (el
viejo brujo), no sólo por su propio pueblo sino por una amplia serie de
dirigentes mundiales.
Los temores ante una posible guerra civil entre los
grupos luo y kikuyu tras la muerte de Kenyatta resultaron infundados y
su sucesor, Daniel Arap Moi, miembro de la tribu kalenjin, al principio
mantuvo la moderación política y económica de su antecesor. Sin embargo,
en junio de 1982, convirtió oficialmente a Kenia en un Estado de partido
único. Dos meses más tarde, las tropas leales aplastaron un intento de
golpe de Estado por unidades de la fuerza aérea. Según avanzaba la
década de 1980, el gobierno se enfrentó a una corriente creciente de
críticas desde dentro y fuera del país. Muchos de los dirigentes
críticos de Moi fueron encarcelados. A finales de 1991 las principales
instituciones financieras internacionales y varios gobiernos
occidentales suspendieron su ayuda económica, como una forma de forzar
al gobierno de Moi a realizar reformas políticas y económicas.
Los partidos de la oposición fueron legalizados más
tarde y el 26 de diciembre de 1992 se celebraron las primeras elecciones
multipartidistas de Kenia. Moi y el KANU fueron reelegidos con una
cómoda mayoría. Sin embargo, la elección (en la que todas las partes
capitalizaban las fidelidades tribales) provocó un torrente de violencia
étnica, principalmente dirigida contra los kikuyu en el poder, decenas
de miles de personas fueron desplazadas de sus hogares y cientos
asesinados hacia la mitad de la década. Al mismo tiempo, el gobierno
continuó hostigando a los grupos de la oposición y se introdujeron duras
reformas económicas ante la insistencia de las organizaciones
financieras internacionales dirigidas a luchar contra la corrupción,
pero provocaron una inflación vertiginosa, el incremento del desempleo y
severas restricciones en los servicios públicos.
En agosto de 1997 estallaron de nuevo graves
conflictos de carácter étnico en el país, y en noviembre el presidente
Moi disolvió el Parlamento como paso previo a la celebración de
elecciones un mes después, fecha en la que concluía su mandato
quinquenal, tras dos décadas en el poder. Previamente, en el mes de
septiembre, el presidente había pactado con algunos sectores de la
oposición, tras las marchas y manifestaciones en demanda de una mayor
democratización del país, ciertas reformas constitucionales mediante las
que quedaban derogadas varias disposiciones de época colonial que
prohibían la participación electoral de los grupos opositores. Estos
grupos se presentaron divididos a los comicios, por lo que Moi fue
reelegido presidente en diciembre.
Las elecciones presidenciales y legislativas
celebradas el 27 de diciembre de 2002 marcaron el fin de la hegemonía de
Moi y de su partido. En las presidenciales, Emilio Mwai Kibaki,
presentado por la opositora Coalición Nacional Arco Iris (NARC), logró
el 62,3% de los votos y se impuso al candidato del KANU, Uhuru Kenyatta,
hijo del primer presidente del país, quien consiguió el 31,3%. Además,
la NARC tendría mayoría absoluta en la nueva Asamblea Nacional gracias a
sus 132 diputados. Tres días después, Kibaki sucedió de forma oficial a
Moi en la presidencia.
En un referéndum celebrado el 21 de noviembre de 2005,
los ciudadanos rechazaron el borrador de una nueva Constitución que
había sido motivo de graves enfrentamientos hasta en el seno del propio
gobierno. Dos días después, el presidente, que había apoyado el proyecto
constitucional (en tanto que reforzaba los poderes del jefe del Estado),
disolvió el gobierno, varios de cuyos integrantes se habían opuesto a la
aprobación de esa nueva Carta Magna.
En los comicios desarrollados el 27 de diciembre de
2007, Kibaki obtuvo la reelección al recabar el 47% de los sufragios,
por el 44% de Raila Odinga y el 9% de Kalonzo Musyoka. El triunfo de
Kibaki, salpicado de acusaciones de fraude, generó graves disturbios y
enfrentamientos entre grupos afines al presidente (principalmente
vinculados a la etnia kikuyu) y opositores al oficialismo
(pertenecientes, como Odinga, al grupo étnico luo).
La crisis (que había desencadenado una auténtica
tragedia: aproximadamente 1.500 personas muertas y casi medio millón de
desplazadas) solo pareció llegar a su fin después de que, en febrero de
2008, Kibaki y Odinga alcanzaran un acuerdo para establecer un gobierno
de coalición en el que el cargo de primer ministro (abolido desde 1964)
sería para el líder del partido con mayor representación parlamentaria,
en este caso, el Movimiento Democrático Naranja de Odinga, el cual se
convirtió en jefe del gabinete el siguiente mes de abril.
Gobierno y
política
Edificio del Parlamento Nacional con la
estatua de
Jomo Kenyatta
en primer plano.
Desde la constitución de
1991, el
país se rige por un sistema de democracia multipartidaria. A pesar de
ello, el antiguo partido único, la Kenya African National Union (KANU,
Unión Nacional Africana de Kenia), continuó siendo el partido
mayoritario bajo la dirección de
Daniel arap Moi hasta las elecciones presidenciales de
2002, en
las que una amplia coalición de fuerzas de la oposición, bajo la
dirección de
Mwai Kibaki, derrotó a la KANU. El gobierno del presidente Kibaki
prometió la redacción de una nueva constitución que limitaría los
poderes del presidente. El debate sobre la nueva constitución
desencadenó tensiones entre los miembros de la coalición, y disturbios
violentos en el país entre los años
2004 y
2005. El
proyecto final de nueva constitución fue rechazado en referéndum el
21 de noviembre de 2005. Este resultado ha llevado a la oposición
política a pedir la dimisión del presidente Kibaki y a exigir la
convocatoria de elecciones anticipadas.
Incidentes tras las elecciones de 2007
Las últimas elecciones generales se celebraron el
27 de diciembre de
2007. El
presidente Kibaki, del Partido de Unidad Nacional, competía por la
reelección contra el principal partido de la oposición, el Movimiento
Democrático Naranja que tenía como candidato a
Raila Odinga.
Al principio del recuento parecía que Odinga tenía una
pequeña pero suficiente ventaja. Sin embargo, según fue terminando el
recuento Kibaki consiguió reducir la ventaja y al final imponerse en las
elecciones. Las acusaciones de fraude en las elecciones (avaladas por
los observadores europeos) condujeron a protestas en las calles y Odinga
se llegó a proclamar el "Presidente del Pueblo", al tiempo que pedía un
recuento y la renuncia de Kibaki.
El 18 de junio Odinga pidió el fin de las
manifestaciones al tiempo que llamaba a un boicot económico a las
empresas cercanas al presidente Kibaki y pedía una huelga. El ministro
de economía de Kenia estimó que el brote de violencia ha costado a Kenia
1.000 millones de dólares.
Fuente:wiki
Las excavaciones en la Kenya sugieren que la región es
la cuna de la humanidad, el hogar, hace más de tres millones de años,
del Homo habilis, del que desciende el actual Homo sapiens.
En tiempos mucho más cercanos, para muchos pueblos, desde hace más de
3.000 años, kenya ha venido siendo un lugar de llegada, de tránsito o de
inicio de numerosas migraciones internas y hacia los lugares más lejanos
del continente africano.
Durante siglos, la región fue una de las más prósperas
gracias a sus constantes relaciones comerciales con las flotas árabes
del Océano Indio. En el siglo XVI, otros comerciantes, esta vez europeos
comienzan a acercarse a sus costas. A partir de ese siglo comenzará la
pugna entre árabes y portugueses por hacerse con el control comercial.
Pero hacia 1720, los portugueses desistieron del empeño y el sultanato
de Oman volvió a recuperar su anterior predominio.
Un siglo más tarde, en la década de 1820, los
británicos en competencia con los alemanes, conseguirían sentar las
bases para la que sería segunda colonia en importancia del imperio
británico. Con la oposición y resistencia armada del pueblo Maasai,
hacia 1890 los ingleses consiguieron imponerse y ocupar la mayor parte
del país, llevando a cabo la realización de la principal infraestructura
necesaria para la explotación del país, la construcción del ferrocarril
desde Uganda a Mombasa, en la costa keniata. Esto permitió que desde
comienzos del siglo XX, la administración británica facilitara la
instalación de numerosos colonos europeos que fueron arrebatando y
echando de sus tierras a los pueblos autóctonos.
Pronto la resistencia de los keniatas en defensa de
sus derechos sobre las tierras, así como por sus derechos políticos y
económicos, encontraron un portavoz, Jomo Kenyatta, que supo durante los
años 30 y 40 buscar eco a sus demandas en en la prensa europea.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, estas demandas se transformaron en
la exigencia de la independencia de Kenia, exigencia que a menudo se
manifestó de forma violenta, especialmente durante los 1948 a 1951, en
que la guerrilla del Mau-Mau fue más activa. En 1963, el partido Kenyan
African Uniion National (KANU), presidido por Kenyatta, y a pesar de los
intentos inglese por crear otra alternativa, conseguía la proclamación
de la Independencia, haciéndose con la dirección política del nuevo
Estado.
Tras el fallecimiento Jomo Kenyata en 1978, su
favorito durante años en el gobierno, Arap Moi se convirtió en el
segundo Presidente de la República. Y si Kenyata fue acusado en
numerosas ocasiones de autoritarismo, su sucesor seguiría la misma
política represiva y, en 1982, ilegalizó a todos los partidos de la
oposición, instaurando el régimen de partido único.
Desde comienzo de la década de 1990, los gobiernos del
norte, principales aportadores de ayuda económica y asistencia técnica,
intensificaron sus presiones para que Moi procediera a la liberalización
de su régimen que se había convertido en un impedimento para el
desarrollo de sus intereses económicos en el país. Moi fue poco a poco
procediendo a la privatización de importantes sectores económicos a la
vez que conseguía ser reelegido apoyándose, según la oposición y los
observadores extranjeros, en todo tipo de fraudes electorales.
Finalmente, en diciembre de 2002 y después de 24 años
gobernando el país, Moi fue sustituido por el que será el tercer
Presidente de Kenia, Mwai Kibaki, que consiguió una aplastante mayoría
de los votos, sobre el candidato propuesto por su antecesor, Uhuru
Kenyatta. |