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Sintra, el misterio del
monte de la luna.
Los antiguos portugueses llamaron monte da Lua, la
montaña de la Luna, a la sierra de Sintra, inspirados por los cultos
misteriosos que se celebraban allí.
A solo 30 kilómetros de Lisboa, Sintra aparece rodeada de bosques de eucaliptos y helechos de Nueva
Zelanda, recuerdo del pasado colonial del país. Junto con las nieblas
del Atlántico, estos bosques componen unos paisajes de sabor romántico,
que conquistaron a Lord Byron.
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Sintra fue residencia real desde que Alfonso
Henriques, el primer rey de Portugal, arrebatara la
fortaleza de São Pedro de Penaferrim o Castelo dos Mouros a
los árabes. El clima siempre es más suave aquí que en
la capital de Portugal, por lo que es muy visitada en
verano.
En invierno, en cambio, ofrece un ambiente
tranquilo y romántico, que sedujo al famoso poeta inglés
Lord Byron. El escritor se alojaba en el Hotel
Lawrence,
un edificio de 1754 que es el más antiguo de la Península.
Muy cerca de allí, en el centro histórico
de la Vila Velha y escondido en una empinada callejuela, se
encuentra O Cantinho do Lord Byron, una pequeña bodega donde
escribió algunas de sus obras.
Extraordinario conjunto de residencias reales
La constante presencia real hizo que en
Sintra, abundaran los palacios, empezando por el Palacio da
Pena, de inspiración alemana por fuera pero
totalmente portugués en su interior, en el que no faltan los
azulejos blanquiazules, típicos del s.XIX.
El palacio de
Queluz recuerda
a Versalles, y el Palacio
Nacional de Sintra,
con sus características chimeneas cónicas, es el símbolo de
la ciudad. Fue construido entre los siglos XV y XVI, y está
profusamente decorado, sobre todo la Sala dos Brasões.
Más alejado del centro, a unos 15 minutos
a pie y bien señalizado, la Quinta
de Regaleira llamará
la atención de los niños por sus símbolos masónicos y sus
estatuas, tan perfectas que los lugareños afirman que las
esculpió el diablo.
Juego y ciencia en dos grandes
exhibiciones
Los museos tampoco faltan en el casco
antiguo. Por ejemplo, a unos pasos del Palacio Nacional, el
del juguete o Museo
do Brinquedo ofrece
un viaje a la infancia que atrae a niños de todas las
edades.
Expone veinte mil piezas, en su mayoría del siglo XIX, recopiladas por João Abués Moreira. Es
habitual encontrarlo aquí, dispuesto a contar anécdotas.
Otro museo de concepción más moderna es el
de Historia Natural, en la Rua do Paco. El coleccionista
Miguel Barbosa reunió durante años la ingente colección de
fósiles que hoy se expone.
Pasear en coche de caballos o en tranvía
Una vez recorrido
el centro de Sintra, la ciudad ofrece una opción interesante
para conocer los alrededores, incluyendo el jardín
botánico.
Se trata de alquilar en coche de caballos, una gran idea
tanto si se viaja en pareja como en familia.
Otro simpático
paseo consiste en subir al tranvía
eléctrico de Sintra,
un vehículo de época que une esta localidad con la Praia das
Maçäs. Trece kilómetros de traqueteo y buenas vistas llevan
a la orilla del mar en 45 minutos.
Las playas del fin del mundo
Y aún un poco más lejos, si se toma
la carretera que lleva a Lisboa dando un rodeo por la costa,
se encuentra enseguida el Cabo da Roca, el punto más
occidental de Europa. Tras fotografiarse en el hito, hay que
disfrutar de alguna de las preciosas playas vecinas, como
São Julião y Praia Grande.
Al final de la pista, llamada Calzada
Real, esperan la playa de Guincho, muy apreciada por los
surfistas, y la agreste Adraga, distinguida como una de las
20 mejores playas del Viejo Continente según el Sunday
Times.
Sugerencia gastronómica
No se puede partir de Sintra sin probar
la inigualable repostería local. Uno de los dulces más
conocidos son las queijadas, elaboradas a base de queso, que
en otra época se llegaron a usar como moneda.
También son deliciosos los travesseiros,
que se preparan con almendra en la afamada pastelería
Piriquita (Rua das padarias, s/n). Se ofrecen como postre en
restaurantes como el Cantinho
de Sâo Pedro (Praça
D. Fernando II, 18. Tel.: 219 230 267), justo al lado de
donde se celebra el mercado de artesanía el segundo y cuarto
domingo de cada mes, recomendado por Guía Repsol.
Ya en la playa, en un antiguo
baluarte destaca Fortaleza
do Guincho (Estrada
do Gincho s/n. Tel.: 214 870), restaurante galardonado con
un sol de Repsol.
Por Jose Sánchez
-
www.redestravel.com
Agradecimientos: Parques de
Sintra, Monte da Lua.