Alhambra: Embrujo y leyenda
La belleza de la Alhambra va más allá de ser una de las
construcciones más preciosas hechas por el hombre, puesto que sus
muros son testigo de un tiempo en que Granada fue una ciudad de
sultanes y el centro del occidente islámico.
El misterio que envuelve las Mil y una Noches, el
esplendor de la antigua Al Andalus, las intrigas de un palacio de
sultanes construido para ser un paraíso en la Tierra.
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Escapadas para parejas
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Desde el Mirador
de San Nicolás de Granada,
millones de ojos de todo el mundo han contemplado esta fortaleza, todo
un símbolo del poderío nazarí. Un ambiente casi etéreo envuelve al
visitante, que queda eternamente enamorado de esta obra maestra de la
arquitectura, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. |
Paraíso en la Tierra
La Alhambra es un conglomerado de
edificios, jardines y patios rectangulares, fuentes
frondosas, alamedas y arroyos integrados como una de las más
bellas construcciones árabes de todos los tiempos. Lleva al
visitante a las Mil y una Noches y al esplendor de la
antigua Al Ándalus.
Los Palacios Reales Nazaríes, residencia del sultán, están
adornados con esplendidos mosaicos, yeserías y azulejos que
denotan lujo y buen gusto. El objetivo de esta decoración
era evocar el Paraíso en la Tierra, idea en la que insisten
las inscripciones a lo largo de estos edificios.
También era una fortaleza militar, como
atestigua la Alcazaba, el edificio más antiguo del conjunto.
Sin embargo el núcleo principal está compuesto por el
Palacio de Comares y el Cuarto de los Leones. Entre los
patios, el más impresionante es el Señorial Patio de los
Leones, sin olvidar el de Arrayanes o el de Mexuar. Destaca
también la Cámara de la Sultana o los simbólicos salones de
Dos Hermanas, Abencerrajes y el de Embajadores. Y sobre
todas estas estancias la Torre de La Vela, afamada por sus
preciosas vistas del conjunto.
El Generalife, una noble huerta
En el recorrido por la Alhambra no hay que
dejar de aprovechar la visita al Generalife, junto a los
Palacios. Se trataba de la residencia de campo del sultán,
una huerta para el aprovisionamiento de los palacios y
además zona de recreo de la estirpe real. Para su
cimentación, el arquitecto Aben Walid Ismail tuvo que
efectuar obras importantes como desviar al río Darro por
canales hasta este enorme vergel, lleno de fuentes, jardines
y magníficas arcadas.
En la entrada al recinto se dispone el
Patio de la Acequia y tras sobrepasar su colorida estancia
se accede al edificio principal. Este consta de dos cuerpos
ubicados en los extremos de un enorme patio, coronado por
una alberca. El patio de recreo del Generalife se ubica en
la ladera del Cerro del Sol. Este espacio íntimo y
ajardinado fue construido en los siglos XIII y XIV y dotado
de unas extraordinarias vistas que hoy no son únicamente
privilegio de nobles. No podemos descuidar el mágico efecto
del agua de sus fuentes y estanques.
Leyendas e intrigas
El embrujo está en sus mosaicos, sus
mágicas fuentes, sus patios y jardines, pero también en su
historia. La Alhambra esconde leyendas en cada piedra.
Durante una fiesta en su alcoba, el sultán ordenó decapitar
a toda la familia de los Abencerrajes por un ataque de
celos. Según la tradición, el canal que lleva agua hasta la
Fuente de los Leones es la sangre derramada de los
caballeros asesinados.
También la sala de azulejos de Mexuar, la
más antigua de la Alhambra, ha dado lugar a múltiples
relatos. En ella, el sultán se ocultaba tras unas celosías
para poder escuchar sin ser visto y desde allí impartía
justicia. Siglos más tarde, sus sentencias se reconocen como
ecuánimes e imparciales.
La primera maravilla española
La internacionalmente famosa Alhambra
ocupa una posición entre las maravillas del mundo como uno
de los veinte monumentos más bellos de la tierra. Es también
la primera obra española que entra en esta clasificación. El
patio de los Leones, el de los Arrayanes o el Mexuar; la
Cámara de la Sultana; los salones de Dos Hermanas y el de
los Embajadores son sólo algunas estancias de esta obra
única en el mundo.
Además de la propia Alhambra, la UNESCO declaró patrimonio
de la Humanidad en 1984 la noble huerta del Generalife, con
los mágicos efectos de agua de sus fuentes y estanques. Pero
buena parte del encanto de la Alhambra está en su entorno.
Especialmente, el encantador barrio del Albaycin, que
mantiene su estructura medieval de calles enrevesadas desde
el siglo XIV.
Para poder contemplar toda la belleza de
este conjunto monumental, millones de visitantes de todo el
mundo eligen el mirador de San Nicolás, donde la ciudad
palaciega parece brotar de la montaña durante la puesta de
sol.
El poderío de una fortaleza histórica
La historia de la península ibérica no se podría
entender sin la influencia musulmana. La Alhambra fue creada
como centro político del occidente islámico, de ahí su
importancia durante el siglo XV. Esta fortaleza jugó un papel
especialmente decisivo durante la Reconquista de 1492.
De hecho, el conflicto se dio por zanjado cuando
los reyes de Castilla y Aragón recuperaron la Alhambra. Y tras
entregar la llave de la ciudad a los reyes, la madre del rey
Boabdil le dijo a su hijo una frase que pasó a formar parte de
la historia musulmana “Llora como mujer lo que no has sabido
defender como hombre”.
Desde el siglo IX, de cuando datan las
primeras informaciones sobre la construcción de la Alhambra, la
fortaleza ha vivido anécdotas de cada cambio histórico, entre
ellas, la del arrojo de un soldado español que sólo con su
valentía evitó que las tropas napoleónicas destruyeran el templo
casi por completo. Y es que por su encanto, por sus leyendas y
por sus espacios únicos, la Alhambra merece sin duda un capítulo
especial en los libros de historia española.
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