Harina de palominas con salsa
de Coca-cola
Camino de la Puerta de Almodóvar, para salir del
recinto de la Judería, haz un alto en la barra del restaurante
El Choto (Almanzor, 10) y prueba el suspiro de bacalao (3,50
euros), los cogollitos con ajitos (1,50 euros) o las bolitas de
flamenquín (3 euros).
Luego acaba en otro clásico, Casa Rubio (Puerta de
Almodóvar, 3): pide su tortilla (3,50 euros) y el choco con arroz (6,50
euros/media ración).
En el barrio de San Basilio o del Alcázar Viejo, a
cinco minutos caminando, entre la muralla, las Caballerizas Reales y el
Alcázar de los Reyes Cristianos, otra parada obligatoria es la
Taberna La Viuda (San Basilio, 52, en la foto).
Paco Rosales
está al frente de este local, la primera taberna cordobesa que, allá por
2001, hizo fusión de sabores entre las recetas que les llevaban las
vecinas de la barriada y las nuevas propuestas culinarias.
La cocina es responsabilidad de
Zahira Ortega: papas aliñadas con choco y vinagreta de pipas (4
euros), tomatito La Viuda, un salmorejo tratado al ajo con ventresca de
atún y jamón (4 euros), o las albondiguitas de champiñón y jamón fritas
en harina de palomitas de maíz con salsa de Coca-cola, una oda de la
casa a las tardes de domingo (2 euros).
Alrededor de la plaza del
Potro
Otra de las plazas más conocidas es la del Potro,
centro de la picaresca entre los siglos XV y XVIII. La gastro-taberna
El Gazpacho (Lineros, 6) es uno de los locales más
renovadores, con una carta de 45 tapas: calamares rellenos de habitas y
jamón (4 euros), tataki de atún temporizado con mahonesa de wasabi (3,90
euros) o coulant de pulpo y butifarra (4,50 euros).
Garum 2.1 (San
Fernando, 120-122) se denomina bistronómic tapas bar. Toma nota:
mazamorra de almendras con gelatina Pedro Ximénez (2,90 euros), manitas
de cerdo crujiente (5,90 euros), con la que obtuvo el 2º premio en
Eutopia11, concurso de tapas local, o binomio de salmorejo y aguacate
con picada de anchoas (2,90 euros).
Termina el recorrido en Campos
(Lineros, 32), con su recién estrenado espacio Pick & Stay: prueba el
chorizo para untar (4,80 euros), las superpatatas con espuma de bravas
(3 euros) o la flauta de queso de Zuheros (3,30 euros).
Gourmet y artesanía
Casi frente a las taquillas de la Mezquita-Catedral
abre sus puertas Bodegas Mezquita (Céspedes, 12), un
local reformado y amplio que se pone a tope a la hora de las comidas.
En barra o en la mesa pide la ensalada de naranja con
atún y cebolla roja (5,35 euros) o las tapas de pisto cordobés con huevo
(3,50 euros), berenjenas califales con reducción de Pedro Ximénez dulce
(3 euros) y las albóndigas mozárabes en salsa de almendra y azafrán
(4,15 euros).
Hace un año reabrió sus puertas, frente a la Mezquita,
La Tienda Gourmet Bodegas Mezquita (Cardenal Herrero,
8).
Ofrece una exclusiva selección de muchos de los
productos que sirven en las tabernas de este grupo empresarial, desde
vinos de la tierra a sus deliciosos aceites, quesos y patés.
Y en la barriada del Alcázar Viejo, la Asociación de
Amigos de los Patios Cordobeses tiene abierto al público un precioso
patio (San Basilio, 50) donde hay una librería y varios talleres
artesanos.
Uno de ellos es Esencia de los Patios, donde Isabel y
Paco preparan jabones y perfumes con aromas como los de azahar y
mandarina o jazmín. www.esenciadelospatios.com.
Centro y periferia. Donde
tapean los de aquí
Los cordobeses prefieren huir de la turística Judería
y tapear por otros barrios, como el de la Fuensanta. Aquí está
El Choco (Compositor Serrano Lucena, 14), popular local de
Kisko García, con una estrella Michelín.
Cerca, otra típica es la Sociedad de Plateros
María Auxiliadora (Mª Auxiliadora, 25), conocida también como
La Casa del Bacalao, por su especialidad. Pídelo en croquetas (2 euros),
revuelto (2 euros) o a la antigua (2,50 euros). La avenida del Gran
Capitán es el eje que concentra mayor cantidad de locales.
En el número 38, la taberna Casa El Volapié,
está especializada en marisco, conservas y productos ibéricos, como la
morcilla ibérica (3,95 euros) y el lomo de bellota (7,90 euros). Cerca
está el Café Gaudí (en el 22), con sus migas camperas (los martes y
jueves), habitas baby fritas con jamón (3 euros), callos caseros (2,80
euros) y puntas de solomillo en salsa (2,70 euros).
En la acera de los impares encontrarás el
Kulala Café (Gran Capitán, 35), con aires coloniales, una
amplia terraza y una carta original: hamburguesita de ternera (3,50
euros) y los saquitos fritos de langostinos (2 euros). Al lado, El
Madrigal de Don Gonzalo, sólo sirve raciones: callos de ternera y
manitas de cerdo (6,30 euros) o salpicón de marisco (5,50 euros).
Otro centenario, de 1879, es la Taberna
Salinas (Tundidores, 3), con buena materia prima y pocas
florituras: salmorejo (6,40 euros) o flamenquín de jamón serrano (6,90
euros).
El ambiente más joven
El público más joven se reúne en La Maceta
(plaza del Escudo): patatas bravas y la melva canutera con tomate
natural picao (5,50 euros) y en la Taberna El Poema
(Alonso de Burgo, 2), donde la bebida va con su pincho: tortilla con
salmorejo, tosta de anchoas con tomate natural o ensaladilla rusa. En el
mesón Los Lobos (San Hipólito, 4) pide berenjenas
fritas (4 euros) o croquetas de espinacas y piñones (6 euros).
Junto a la plaza de las Tendillas, a cinco minutos,
está El Puerto (Victoriano Rivera, s/n), conocido
popularmente como Casa El Pipo, de 1923. Su terraza
está siempre a tope gracias a sus gambitas (3 euros), cañaíllas (3
euros), nécoras (2,50 euros) y ostras (2 euros).
El gentío es sólo el anticipo de lo que espera en la
cercana plaza de San Miguel: Casa El Pisto es otro
imprescindible. Ambiente taurino, barra y terrazas abarrotadas y una
cocina tradicional y muy sabrosa: albóndigas, croquetas, huevas con
mahonesa… (todas a 2,10 euros).
David Jiménez está al frente de la cocina de
El Aguacero (plaza San Miguel, 5), el contrapunto moderno al
local anterior: micuit de pato con compota de pera y gelatina de aceite
de oliva (9 euros) o berenjenas a la miel con daditos de queso de cabra
(5,50 euros). Y en la taberna La Montillana (San
Álvaro, 5), con su terraza en la plaza de San Miguel, opta por la
ensaladilla de gambas (3,50 euros) y el cochifrito (3,90 euros).
Junto a la plaza de San Nicolás se encuentra
Ziryab (San Felipe, 15), un coqueto local que hace las veces de
barra de tapas, restaurante y coctelería nocturna (6 euros). Pica
patatas bravas confitadas, salsa de tomate picante y alioli, croquetas
de boletus o rabo de toro con milhojas de patata. De domingo a jueves,
tapa con cerveza (2,50 euros) y con vino (3 euros).
Los sabores más atrevidos
Cerca queda Umami (Ángel de Saavedra,
s/n), abierto en marzo de este año.
Es la primera salmorejería de la ciudad, con
30 variedades de salmorejo en su carta, desde el tradicional
(1,20 euros) a otros como de espárragos con jamón y huevo (1,70 euros) o
tinta de calamar con langostinos aliñados (1,80 euros).
Plaza de la Corredera
bajo los soportales de la plaza de la Corredera abren
varios bares con terraza. De aquí, dos sugerencias: una es el salmorejo
que prepara Pilar en El Patri (2,50 euros) y otra
alguna de las raciones de La Estrella, con paella,
callos a la cordobesa, carne con tomate o chorizo al vino (4 euros, las
medias raciones).
Degustación con arte
En homenaje al gran bailaor Antonio Mondéjar se abrió
hace poco más de un año La Pataíta de Antonio (Barroso,
3. Tél. 957 49 15 44 y
www.sensesandcolours.com), un tablao y taberna con doble sesión
diaria (a mediodía y por la noche), de actuaciones de jóvenes cantaores
y bailaores cordobeses. La dirección artística la lleva el mismo Antonio
(menú con actuación, 30 euros).
En la barra, degusta tapas como el tomatito minero
(2,50 euros) o las uvas con crema de queso (2 euros). Justo enfrente
abre sus puertas la hospedería Añil, una propuesta de alojamiento para
los más jóvenes.
Hostal con esencia andalusí
Te sorprenderá la amplísima oferta de hostales y
pensiones desperdigados por la Judería y el resto del casco antiguo.
Entre ellos, destaca la calidad y buen gusto de
Antonio Medina al frente de la Hostería Linderos 38 (Tél. 957
48 25 17 y www.hostallineros38.com),
una casa del siglo XVII y estilo neomudéjar, documentada ya en el
catastro de la época, en pleno barrio de la Axarquía.
En sus 26 habitaciones late el alma andalusí: celosías
y azulejos, lámparas, cortinajes, colchas y mobiliario elaborado en
exclusiva por artesanos marroquíes, lavabos de mármol con incrustaciones
fósiles y sobre todo, ambiente muy íntimo. Entre 48 y 164 euros.
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