Mezclando extensiones de alta montaña con
otras de costa escarpada, que en algunos puntos se retira
para dar lugar a extensas playas, Cantabria es una región
turística de gran nivel. Entre sus atractivos
paisajísticos, históricos y culturales también hay espacio
para el relax, con el valor añadido de tener los Picos de
Europa a
un tiro de piedra. Sin embargo, esta ruta se centra en la
costa y en el interior al oeste de Santander, la capital de
la comunidad autónoma. Comillasy Santillana
del Mar
serán nuestros focos de interés.
Sueño en
piedra en la localidad de Comillas
El conjunto del casco antiguo de Comillas
refleja el poder económico de los emigrantes, enriquecidos
en América durante el siglo XIX. Entre ellos destacó don
Antonio López, marqués de Comillas, que tenía inversiones en
Barcelona. De ahí que muchas casas se vieran influidas por
el estilo modernista catalán, como el edificio de Villa
Quijano, también conocido como el Capricho de Gaudí. El
lugar, proyectado por el genial Antoni Gaudí, es una
fantasía surrealista que se inspira en el arte mudéjar,
persa y bizantino, en un momento en que el arquitecto aún no
había definido su línea.
Como curiosidad, los cinco huecos de las
ventanas de guillotina del edificio incorporan unos tubos de
metal a modo de contrapeso que, al ser tocados, emiten notas
musicales. El Capricho tiene por vecino, en el mismo
barrio, al Palacio
de Sobrellano,
más sobrio y de estilo gótico inglés. Hasta el rey Alfonso
XII se sintió atraído por el lugar, donde acostumbraba a
veranear.
Un museo de
historia medieval al aire libre, en Santillana
Elegido por votación popular como el
pueblo más bello de España, y a solo diecisiete kilómetros
de Comillas, Santillana del Mar es una villa
medieval desarrollada en torno a la Colegiata
de Santa Juliana,
aunque la mayoría de sus caseríos corresponden
a aportaciones arquitectónicas de los siglos XIV y XVIII.
La colegiata es el edificio más
representativo del románico de Cantabria. En los 42
capiteles de su claustro, hay un catálogo de la evolución de
la escultura de la época. También son interesantes casas
como las de los Cossío y los Quevedo, parientes del famoso
escritor del Siglo de Oro. La villa cuenta con varios museos
de interés, como el del Solar, centrado en los instrumentos
de torturaque usaba
la Santa Inquisición.
La obra
cumbre del hombre de las cavernas
A dos kilómetros del núcleo urbano de
Santillana del Mar, encontramos la
cueva de Altamira,
también conocida como la Capilla Sixtina del arte rupestre.
El museo actual incluye la Neocueva: una réplica exacta de
la original donde el visitante podrá conocer cómo era la
mítica gruta en el Paleolítico. La verdadera cueva está
cerrada al público para preservar su valioso legado.
Frente a
las olas
En la ensenada de Santa Justa, aún en
Santillana del Mar, nos espera una maravilla natural. Se
trata de un espectacular pliegue
anticlinal,
es decir, una falla rocosa en cuyo centro se encuentra
la antiquísima ermita
de Santa Justa.
Los historiadores creen que la cueva donde se ubica era
lugar de culto en la época romana.
Sugerencia
gastronómica
Las carnes de Cantabria gozan de fama, ya
que se trata de un ganado vacuno que disfruta de
alimentación y manejo tradicional. Los animales son de raza
tudanca, monchina y asturiana. La sidra será una excelente
compañía para descubrir los asados en el restaurante mesón
El Casino (Calle La Plaza, s/n, Treceño, tel.: 942 709 880).
Sin desplazarse mucho, el restaurante Los Blasones de
Santillana nos hará disfrutar con las anchoas de Santoña con
pimientos o el solomillo al queso de Tresviso (Plaza de la
Gándara s/n, tel.: 942 818 070).
Agradecimientos: ©
Turismo de Comillas. Turismo de Cantabria. Ayuntamiento de
Comillas. Alberto Portero. Ayuntamiento de Santillana del
Mar.