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La luz de la Costa Blanca.
Un paseo, en 48 horas, por la bella ciudad de Alicante
Alicante es una ciudad abierta al mar. Al abrigo del
Benacantil, la montaña de la que tomó el nombre, ha multiplicado su
oferta turística y de ocio en los últimos años. Una oferta a la que no
es ajena la renovación del cercano aeropuerto internacional de El Altet.
te invitamos a pasar un día completo en la hermosa ciudad mediterránea.
Comenzamos la ruta
Partimos desde la plaza de la Puerta del Mar al paseo
de la playa del Postiguet. Desde aquí contemplamos el característico
perfil del castillo de Santa Bárbara y, marcada en la roca de la
montaña, la famosa Cara del moro, una caprichosa formación situada
debajo de las murallas que parece realmente el rostro de una persona.
Después, subimos al castillo de Santa Bárbara, que se
encuentra a 166 metros sobre el nivel del mar en el monte Benacantil,
donde disfrutamos de las vistas al Mediterráneo.
Barrio de Santa Cruz
Dejamos el castillo y nos dirigimos al Barrio de Santa
Cruz, un entramado de pequeñas calles que ha respetado el ambiente de
los pueblos del interior.
Allí descubrimos la plaza de Miguel López y
continuamos por las calles de Maldonado y Villavieja hasta la Basílica
de Santa María, la más antigua de Alicante. Giramos a la derecha y ya
estamos en la calle Gravina, donde se encuentra el Museo de Bellas Artes
Gravina (MUBAG), que alberga una interesante colección de obras cedidas
por la Diputación.
Hora de comer
Llegamos a la plaza del Ayuntamiento. En los bajos
podemos visitar la exposición 'La ciudad descubierta'. La estrella del
ayuntamiento es una pequeña placa, la cota cero, el punto a partir del
cual se mide la altura de las distintas poblaciones de toda España.
Tomamos la calle Capitán Meca hasta la calle de San
Fernando, y ya estamos en la puerta de La Taberna del Gourmet, uno de
los restaurantes recomendados por la guía Repsol, donde podremos
degustar croquetas de chorizo, kokotxas al ajillo o el solomillo
trinchado con ajetes.
Camino de la Rambla
Después de comer, nos dirigimos a la Explanada de
España, cuyo mosaico en el suelo cuenta con más de seis millones de
teselas de mármol de color rojo, crema y negro que imitan las ondas del
mar. A nuestras espaldas se encuentra la Casa Carbonell, y, muy cerca,
el famoso Quiosco Peret, donde merece la pena tomar una horchata. A
menos de 200 metros nos encontramos con la rambla de Méndez Núñez,
frontera entre el casco antiguo y la nueva ciudad.
Visitamos la Catedral
Continuamos por la rambla y llegamos al cruce con la
calle de Miguel Soler. La seguimos y nos encontramos con la plaza del
Abad Penalva, donde aparece la fachada de estilo herreriano de la
Concatedral de San Nicolás de Bari.
En el interior, disfrutamos de sus obras de arte entre
las que destacan la imagen de la Virgen del Remedio, el retablo de las
Ánimas, la capilla de la Comunión y la cruz del Cristo de la Buena
Muerte. Al salir, volveremos al corazón del barrio de Santa Cruz.
Unos metros más adelante, giramos a la derecha por la
calle Virgen de Belén y seguimos hasta encontrarnos con la calle del
Abad Nájera, que nos conducirá hasta la plaza del Carmen, que ya empieza
a marcar la subida hacia el castillo.
Llega la hora de la cena
Aunque esté cerrada a estas horas, podemos acercarnos
hasta la Ermita de Santa Cruz. Al restaurante La Ereta, a las faldas del
castillo, llegaremos después de una pequeña subida de unos 300 metros.
Aquí no podemos dejar pasar por alto sus arroces y
postres, pero tampoco las impresionantes vistas de la ciudad,
especialmente de noche. De regreso al centro, nos detendremos en alguno
de los bares de copas de esta zona.
Tres buenas opciones son: el pub Red Lion (San Isidro,
6), el bar de copas Callejón (plaza de Quijano, 6) y el club Desafinado
House Club (Santo Tomás, 6).
Segunda mañana:
Iniciamos la nueva jornada en el palacio de la
Diputación de Alicante, desde donde llegamos hasta la plaza de los
Luceros. Es el momento de subirnos al TRAM, el moderno ferrocarril
metropolitano de Alicante, que nos llevará al Museo Arqueológico
Provincial (MARQ).
Elegido Museo Europeo del Año 2004, el MARQ es el fiel
reflejo de la riqueza arqueológica de la zona a partir del asentamiento
de íberos y romanos. Concluida la visita, regresamos en TRAM hasta la
parada del Mercado Central, que fue bombardeado durante la Guerra Civil
pero ha recuperado su esplendor modernista.
Refrigerio de lujo
Tras abandonar la plaza de abastos, llegamos a La
Rambla de Méndez Núñez, donde encontramos el Museo de las Hogueras, que
recopila la historia de una de las tradiciones más importantes de
Alicante: las Hogueras de San Juan.
Es la hora de comer y tan solo 500 metros nos separan
de un referente de la gastronomía local: el restaurante Nou Manolín. Si
disponemos de coche, podemos acercarnos al Aire TapasBar, el nuevo
espacio gastronómico del chef Quique Dacosta, a 20 minutos de la nueva
terminal del aeropuerto de El Altet.
Teatro principal y lonja
Después de comer, nos dirigimos al Teatro Principal,
muy cerca del cine Ideal, de la década de los años veinte. Muy cerca, la
plaza de Gabriel Miró (uno de los lugares predilectos de los
alicantinos, perfecto para dar un paseo a la sombra en horas de calor).
Salimos de nuevo al paseo de la Explanada y dirigimos
nuestros pasos hacia el parque de Canalejas, lugar donde se almacenaban
las mercancías que salían del puerto. Al final del parque se halla la
Sala de Exposiciones Municipal Lonja de Pescado.
De shopping y cena
Frente a la Sala de Exposiciones nos encontramos con
el Centro Comercial Panoramis en la Marina de Poniente, un buen lugar
para ultimar las compras que nos falten.
Regresamos luego a la Puerta del Mar, porque el hambre
aprieta. Para cenar, no nos resistiremos a probar el famoso arroz del
restaurante Dársena.
Después podemos continuar la noche en alguno de sus
pubs de la animada zona del Puerto de Levante o podemos probar suerte en
las mesas del nuevo Casino.
Planes para todos
Los amantes del golf podrán practicar su deporte
favorito en el Club Alicante Golf. Quienes busquen un paquete completo,
se pueden instalar en el resort de lujo Be Live Plantio.
En plena Puerta del Mar se encuentra el Wellness
Center Alicante, con tratamientos, circuitos hidrotermales, spa... Si
vas con amigos, no dejéis de visitar la isla de Tabarca. Una vez allí,
podéis desconectar en sus playas y calas, practicar submarinismo y
disfrutar la gastronomía.Para los pequeños: una visita al Valle del
Juguete a unos 45 km o el parque Terra Mítica en Benidorm.
En el interior de la provincia, Serrella organiza
actividades en barrancos, senderismo, vías ferratas, actividades con
bicicletas de montaña o escaladas.
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