El Fito se encuentra en Arriondas, un pequeño pueblo que pertenece al concejo de Parres, fronterizo con Ribadesella, en la parte oriental de Asturias. Para acceder a él, hay que seguir la carretera que lleva a Colunga. Una vez en el puerto de montaña del que toma el nombre, hay un espacio reservado para los visitantes. Después de dejar el coche y subir por una rampa no muy exigente y unos escalones, se llega a la cima.
Lo primero que sorprende al viajero que asciende hasta El Fito es, precisamente, el mirador. Inaugurado en 1927, es una especie de ovni de pequeño tamaño del que parece que hubieran descendido los alienígenas y se hubieran dejado puesta la escalera.
Los lugareños lo bautizaron rápidamente como cazu, por su forma de taza. Se construyó para que los turistas que ya frecuentaban la zona pudieran disfrutar de las vistas sin la barrera de los árboles.
Entre el mar y los Picos de Europa
Como en el interior del mirador no caben
demasiadas personas, hay que esperar a que quede libre para subir
los escalones y acceder a una panorámica que quita el hipo. La
cercanía de la costa, a apenas 5 kilómetros, permite, en una visión
de 360º, otear el Cantábrico, admirar el verde de las praderas del
valle y descubrir, en la distancia, la imponente mole de los Picos
de Europa. A pocos metros del mirador se encuentra el
refugio del Fito.
Otro punto de atención es el macizo gris de la
sierra del SueveOtro punto de atención desde el mirador es el
macizo gris de la sierra del Sueve. Su punto más alto es el pico
Pienzu, al que se puede llegar desde El Fito realizando una ruta de
aproximadamente cinco horas. En el camino, se pasa por los
prados y las fuentes del Bustacu y Merguelines, antes de
que el itinerario suba, adquiera forma de zigzag y se endurezca.
El premio es disfrutar de otra panorámica excepcional sobre la
comarca. De regreso a El Fito, la suerte puede hacer que se divisen
algunos de los escasos ejemplares del asturcón, el caballo
autóctono de Asturias. Si se quieren realizar más
actividades al aire libre, existe la posibilidad de hacer
excursiones en quad o a caballo.
Ribadesella y Cabrales, excursiones gastronómicas
Desde Arriondas, se puede planificar una ruta que
lleve al viajero a algunos de los pueblos más interesantes de
Asturias. Siguiendo el curso del Sella, se llega a
Ribadesella, famoso por el multitudinario descenso del río
en piragua y, por supuesto, por su sidra. También Cabrales merece la
visita, aunque solo sea para comprar in situ uno de sus famosos
quesos.
Y es que la gastronomía es un asunto muy importante en esta zona. En
Arriondas, el restaurante Casa Marcial (Galardonado
con 2 Soles de Repsol) (tel.: 985 840 991) permite degustar un plato
tan típico como las fabes con almejas o una buena trucha del Sella.
En El Corral del Indianu (Galardonado con 1 Sol de
Repsol), presentan tanto el plato estrella de la cocina asturiana,
la fabada, como delicias imaginativas como el tembloroso de foie
gras y manzana ácida.