La Altagracia es una de las 31
provincias de la
República Dominicana. Es la provincia más oriental del país.
El nombre conmemora el cuadro de Nuestra Señora de La
Altagracia, traído desde
España
en el siglo XVI. Varios milagros son atribuidos a esta obra. La Virgen
dio nombre un santuario en Salvaleón de Higüey (ciudad conocida
simplemente como Higüey), sobre el que en la segunda mitad del siglo XX
se construyó la catedral o Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia
inaugurada en 1971.
Historia
Para 1505, Juan de Esquivel conquistó este cacicazgo y
fundó una fortaleza la cual convirtió en 1506 por orden de Ovando en una
villa, llamándola Salvaleón de Higuey.
Más tarde, por Privilegio Real despachado desde
Sevilla el 7 de diciembre de 1508 se le concedió a esta villa el Escudo
de Armas. Durante el período colonial español, Higüey permaneció como
Parroquia del partido del Seibo. Luego en 1801, debido a la división
territorial llevada a cabo por Toussaint Louverture durante su dominio
de la parte española de la isla, pasó a ser un distrito del departamento
del Ozama.
Después del período de la Reconquista, en 1809, cuando
España obtuvo de nuevo del dominio de la parte oriental, Higüey volvió a
ser Parroquia del partido del Seibo hasta 1821. Luego para 1822, año en
que se produjo la ocupación haitiana bajo el mando de Boyer, volvió a
ser del Departamento del Ozama. Y al proclamarse la República en el
1844, la Junta Central Gubernativa la designó común del Departamento del
Seibo.
Un año después, por medio de la Ley de Administración
Provincial No.40, del 9 de junio de 1845, quedó convertida en común de
la provincia del Seibo, condición ésta que conservó hasta 1861 en que
por resolución de la capitanía General del Gobierno Español Anexionista
se le erigió en Tenencia del Gobierno Político y Militar del Seibo.
Pero, al ser restaurada la República volvió a adquirir su condición de
común de la provincia del Seibo por el Decreto No.860 del 12 de agosto
de 1865.
Actualmente es la común cabecera de la Provincia de la
Altagracia. En esta provincia se encuentra el Santuario de la Milagrosa
Virgen de la Altagracia, Patrona del Pueblo Dominicano.
Este es el primer santuario de América y en él se
aglutina el 21 de enero de todos los años millares de dominicanos para
rendirle culto a la Virgen de la Altagracia.
Actualmente el cuadro venerado de la milagrosa imagen
está expuesto en la Basílica que se construyó para honrarla frente al
antiguo Santuario y unido a él por una gran avenida, moderna y bien
iluminada. Para una historia detallada sobre Salvaleón de Higüey, lea la
obra "Historia de Salvaleón de Higüey" de Francisco Guerrero Castro que
es la mejor sobre Higüey en su género.
Bayahibe
Municipalidades
Higüey
Higüey, nombre oficial
Salvaleón de Higüey es una ciudad de la
República Dominicana, capital de la provincia de La Altagracia.
Higüey es una de las ciudades de más desarrollo económico del país
debido al turismo.
Etimología
Higüey era también la denominación de un cacicazgo del
Este de la Isla. Según algunos autores GUEY o HUIOU es sol
en taíno.
Historia
Para 1503, Juan de Esquivel conquistó este cacicazgo y
fundó una fortaleza la cual convirtió en 1506 por orden de Ovando en una
villa, llamándola Salvaleón de Higuey. Más tarde, por Privilegio
Real despachado desde
Sevilla el 7 de diciembre de 1508 se le concedió a esta villa el
Escudo de Armas. Durante el período colonial español, Higüey permaneció
como Parroquia del partido del Seibo. Luego en 1801, debido a la
división territorial llevada a cabo por Toussaint-Louverture durante su
dominio de la parte española de la isla, pasó a ser un distrito del
departamento del Ozama.
Esta provincia, la más oriental de la isla, coincide
en buena medida con el antiguo cacicazgo aborigen de Higuey, último
sitio en que se consolidó la dominación española tras dos cruentas
guerras. Desde su territorio, el conquistador Juan Ponce de León
organizó la expansión hacia la vecina isla de Puerto Rico. Tras unas
décadas, Higuey fue trasladada lejos de la costa, al igual que las
restantes villas del este.
A pesar de su lejanía de Santo Domingo, en la época
colonial hubo actividades agrícolas, como caña de azúcar, jengibre y
cacao. Pero con rapidez la zona se identificó fundamentalmente con la
ganadería extensiva. Su remota ubicación no significó aislamiento,
fundamentalmente debido la fundación del santuario de Nuestra Señora de
la Altagracia, visitado por peregrinos de todo el país e incluso de
países cercanos. Aunque proveniente de España, esta virgen fue asociada
con el colectivo dominicano. Intensos procesos sociales y culturales se
dieron cita en conexión con el culto altagraciano, como las cofradías
para organizar las procesiones y desfiles y la recolección de donativos
en especie.
La forma en que evolucionó la zona durante los inicios
de la modernización dio lugar a que se constituyeran las fincas más
extensas del país, en manos de unos cuantos hacendados salidos del
reducido círculo de comerciantes y funcionarios, como Tomás Morales,
Franko peña, Modesto Cedano, Oscar Valdés y Eduardo Guerrero. Hasta hace
escasas décadas, Higuey seguía condicionado por relaciones sociales
ancestrales.
El latifundio higueyano se asoció con diversos
factores, como la escasa población, la posición marginal del territorio
y el predominio de suelos rocosos. Todavía hoy es una de las provincias
con menor densidad demográfica.
Vino a ser en la década de 1970 cuando esa situación
empezó a modificarse, por efecto de la fundación de colonias cañeras por
efecto de los elevados precios del azúcar. A inicios de la siguiente
década comenzó el interés de corporaciones españolas y de otros países
por las playas del extremo oriental de la isla, sobre todo Punta Cana y
Bávaro. En la actualidad, esas y otras playas constituyen el principal
polo turístico del país y la común cabecera de Higuey es una de las
ciudades con mayor crecimiento poblacional.
El Santuario San
Dionisio de Higuey
La histórica villa de Salvaleón de Higüey, fundada
hacia el año 1505 por Juan de Esquivel, conquistador de
Jamaica, blasonada con escudo real por orden del Rey de España, fue
el primer santuario de María en América.
El actual templo de mampostería se comenzó a edificar
a mediados del siglo XVI por el Can. Don Alonso de Peña y el Mayordomo
Don Simón Bolívar, quinto abuelo del Libertador de América del Sur. Esta
sólida construcción que ha resistido inconmovible como una roca a todas
las inclemencias del tiempo, tiene una sola nave, sobria, con techo en
forma abovedada, que sostienen cinco arcos, de elegante sencillez y
robustez. La cúpula forma una media naranja completa y una concha cobija
el sitio que ocupa el altar mayor. Una estrella formada de piedra es la
decoración de la cúpula; en los arcos lucen incrustados en serie
hermosos rosetones. El altar mayor, en cuyo centro se destaca el nicho
de plata que guarda el Santo Retablo, es obra de arte del siglo XVI,
magnifica, ejecutada en rica caoba tallada a mano. La mesa del saltar
luce un artístico frontal de plata, metal que cubre también las gradas y
el Sagrario.
La parte exterior del templo es sencilla, así como la
torre o campanario, de escasa elevación, que guarda sonoras campanas
donadas por el piadoso caballero don Joaquín Alfáu en el año de 1864,
quien también obsequió el pavimento de mármol del templo en el año de
1876.
El Santuario atesora valiosísimas prendas de valor
histórico, que son objeto siempre de la curiosidad de los visitantes;
entre otras se encuentran principalmente: el marco de oro y plata de la
Virgen, con incrustaciones de piedras preciosas, destacándose en él la
rica esmeralda rodeada de brillantes, que su Santidad Pío X regaló a
nuestro bien recordado Arzobispo Adolfo Alejandro Nouel en ocasión de su
elección como Presidente de la República, y que ese ilustre prelado donó
a la Virgen de la Altagracia como segura prenda de su amor y acendrada
devoción; una gigantesca y artística custodia de oro de la era colonial;
un elegante trono de planta con incrustaciones y campanillas de oro del
año 1811 para sacar la procesión del Sagrado Cuadro de la Virgen; un
vistoso guión de plata obsequio del Presidente de la Real Audiencia de
Santo Domingo en el año de 1737; Igualmente, de oro y plata una porta
viático; un crucifijo, dos cálices y copones, seis varas del palio, cruz
y ciriales parroquiales, candelabros y floreros, y otros objetos del
culto de plata antigua.
Hoy la joya de mayor valor histórico, religioso,
espiritual y material con que cuenta el santuario, es la hermosa corona
de oro y piedras preciosas, rematada en una cruz de diamantes que
sostienen dos ángeles de oro macizo, de siete filos de peso, que fue
confeccionada con el oro y alhajas donados por el Pueblo Dominicano para
su Canónica y Pontificia Coronación, celebrada sobre el Altar de la
Patria el 15 de agosto del año 1922.
Fuente:wiki -
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