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Historia de Uruguay

Época precolombina y colonización

Los habitantes del actual territorio de Uruguay antes de la llegada de los españoles eran las etnias de indígenas mayoritariamente nómadas de los conjuntos pámpido y amazónido: charrúas, chanaes, guaraníes, yaros, bohanes, tapes, güencas o guenoas y arachanes, siendo los charrúas (del conjunto pámpido) los más importantes y los que más resistencia ofrecieron a los europeos.

Los españoles llegaron al actual territorio uruguayo en 1516. En 1527 Sebastián Gaboto, a las órdenes de la monarquía española, construyó un primer campamento fortificado en la costa oriental del Río de la Plata frente a la confluencia con el río Paraná, esta población fue llamada

San Lázaro y estaba unos pocos kilómetros al noreste de la actual ciudad de Carmelo, días después la misma expedición española al mando de Sebastián Gaboto edificó un fuerte en la desembocadura del río que llamó San Salvador del mismo modo que al fuerte.

Luego, el 30 de mayo de 1574, Juan Ortiz de Zárate fundó en las proximidades de las ruinas del mencionado fuerte la primera villa europea, llamada también San Salvador (prácticamente la actual Dolores), mientras que en 1624los misioneros jesuitas fundaban una reducción a orillas del Río Negro (o Hum), casi en la confluencia con el Río Uruguay.

Indígenas del Río de la Plata. Dibujo del diario de viaje de Hendrick Ottsen, 1603. Nótese que uno de ellos tiene boleadoras

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Tal reducción, llamada Santo Domingo Soriano, es el antecedente de la actual Villa Soriano, en el departamento de Soriano.

Pero la fuerte resistencia de los indígenas en contra de una posible conquista, sumada a la ausencia de oro y plata en la zona, limitaron el asentamiento en la región durante los siglos XVI y XVII, llamado en aquel entonces Banda Oriental.

Los españoles ingresaron el ganado, el cual se adaptó fácilmente al territorio estableciéndose las Vaquerías del Mar. La ambición por colonizar se vio aumentada al verse la expansión de Portugal hasta las fronteras del actual Brasil.

En 1680 los portugueses comenzaran 100 años de dominio en la Banda Oriental, violando el Tratado de Tordesillas, fundan la Colonia del Sacramento frente a la ciudad de Buenos Aires, en el año El 22 de noviembre de 1723 el Maestre de Campo don Manuel de Freytas Fonseca funda Montevideo. El 22 de enero de 1724 los españoles de Buenos Aires desplazan a los portugueses. Los portugueses fundan en el norte de la Banda Oriental la ciudad de Río Grande 1737, Porto Alegre 1742 y la la Fortaleza de Santa Teresa en 1762 en Rocha.

Existe un error histórico mediante el cual se desconoce que la Madre Patria de la Banda Oriental y por ende del Uruguay ha sido Portugal y en segunda medida España.

Montevideo fue fundada oficialmente el 24 de diciembre de 1726 por el capitán español Bruno Mauricio de Zabala, llamado "Brazo de Hierro", comisionado por las autoridades establecidas en Buenos Aires. La nueva fundación recibió inicialmente el nombre de Fuerte San José, y luego de San Felipe y Santiago, aunque el lugar era conocido de antiguo por los españoles como Montevideu, nombre tal vez derivado del término "monte videm" usado por quien avizorara por primera vez el cerro existente en sus costas, Miguel de Triana . España solo tiene Montevideo y sus cercanías Departamentos de San José, Flores, Canelones y Maldonado. El 90 % de la Banda Oriental seguía siendo Portugues desde 1680. La Banda Oriental fue portuguesa en los hechos por cien años desde 1680 a 1777.

El 22 de noviembre de 1749, el rey de España nombra primer Gobernador de Montevideo a José Joaquín de Viana. Éste, llega al Río de la Plata en el barco Nuestra Señora de la Concepción el 3 de febrero de 1751, desembarcando en Buenos Aires, donde jura el cargo de primer Gobernador de Montevideo ante el Capitán General Andonaegui y toma posesión del mismo en sesión solemne que el Cabildo montevideano celebrara el 14 de marzo. La Gobernación de Montevideo comprendía los territorios desde la boca del arroyo Cufré, en el oeste, hasta el cerro Pan de Azúcar, al este, llegando por el norte desde las nacientes de los ríos San José y Santa Lucía siguiendo la línea de la Cuchilla Grande hasta el cerro Ojosmín, que se encuentra en el actual departamento de Flores. Corresponde a los actuales departamentos de Montevideo, Canelones y parte de los de San José, Flores, Florida, Lavalleja y Maldonado.

El primer virrey del Río de la Plata, Pedro de Cevallos (o Zevallos) reconquistó Montevideo y las Fortaleza de Santa Teresa así como, la isla de Santa Catarina de donde fue desplazo inmediatamente. Finalmente, en 1777, el mismo Cevallos, nombrado virrey del recientemente creado Virreinato del Río de la Plata, conquista definitivamente la colonia, conquista que es refrendada mediante el tratado de San Ildefonso, firmado ese mismo año, por el que la frontera hispano-portuguesa se fijaba en el río Negro, quedando España en poder de la mitad sur del actual Uruguay.

España gobernaba entonces solamene el sur de Uruguay quedando el norte de Uruguay, Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Parana así como las Misiones en poder Portugues en el año 1777. La Banda Oriental desde 1680 seguía siendo portuguesa. Desde el año 1763 hasta el año 1828 la fortaleza de Santa Teresa y luego el fuerte de San Miguel, pasaran a manos portuguesas y españolas constantemente. El hoy departamento de Rocha fue sucesivamente portugues y español.

España gobierna Montevideo solo 32 años y el sur de Uruguay solo desde 1777 a 1807. Cuando Montevideo pasa manos Británicas (ingleses) y desde 1807 por cuatro años hasta 1811 cuando Uruguay se declara independiente. En 1815 Montevideo es Uruguayo bajo el mando de Artigas y Ortorgues pero un año después desde 1816 a 1824 Uruguay es Portugues. De 1824 y 1827 es Brasileño.

La primera parte del siglo XIX estuvo marcada por una lucha entre España y Portugal para poder obtener el dominio sobre la zona. Además, entre 1806 y 1807 el Reino Unido invadió Buenos Aires y Montevideo, pero fue derrotado y se retiró.

Las poblaciones fundadas durante la época colonial fueron:

  • Colonia del Sacramento (1680)
  • Real de San Carlos (1680)
  • Santo Domingo Soriano (1708)
  • Víboras (1780)
  • Mercedes o Capilla Nueva (1788)
  • Dolores, Espinillo o San Salvador (1800)
  • Rosario o el Colla (1810)
  • Maldonado
  • Fuerte de San Miguel
  • Fortaleza de Santa Teresa
  • San Carlos
  • Rocha (1793)
  • Melonsito
  • Montevideo
  • Guadalupe o Canelones (1774)
  • San Juan Bautista o Santa Lucía (1781)
  • Pando (1781)
  • San José (1781)
  • Minas (1783)
  • Piedras (1800)
  • Florida
  • Santísima Trinidad de Porongos (1803)
  • Belén (1800)
  • Paysandú (1772)

Lucha por la independencia

Iniciado el proceso revolucionario en Buenos Aires, en la llamada Revolución de mayo de 1810, la Banda Oriental tardó en sumarse. El denominado Grito de Asencio protagonizado por Pedro José Viera y Venancio Benavides el 27 de febrero de 1811, se considera tradicionalmente el punto de partida de la revolución en el país. Rápidamente al día siguiente se ocuparon las villas de Mercedes y de Santo Domingo de Soriano, solicitando auxilios a la Junta de Buenos Aires. José Gervasio Artigas, hoy considerado máximo héroe nacional, se sumó a la revolución y lanzó una exitosa revuelta en contra de España. Tras ocupar Soriano, Benavides tomó El Colla (Rosario) el 20 de abril. Manuel Francisco Artigas avanzó sobre las poblaciones del este, el 24 de abril de 1811 tomó la villa de Minas, el día 28 entró en San Carlos y el día 29 rindió Maldonado, luego un destacamento avanzó hacia el fuerte de Santa Teresa. Fuerzas unidas de Manuel Francisco Artigas y de Benavides ocuparon San José el 25 de abril tras tomar a Porongos.

Artigas en la Ciudadela, óleo de Juan Manuel Blanes

José Gervasio Artigas dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda Oriental, ya que Colonia del Sacramento había sido ocupada el 26 de mayo por Benavides.

Estatua de José Gervasio Artigas

El envío de un contingente portugués en auxilio de los españoles llevó al Gobierno de Buenos Aires a pactar con los españoles, ordenando la retirada de las tropas revolucionarias de la Banda Oriental que incluida Entre Ríos, Sur de Corrientes, Uruguay, Misiones Orientales Río Grande do Sul, Santa Catarina. Artigas acató el pacto, retirando el sitio de Montevideo. Casi toda la población del sur de la Banda Oriental excepto Montevideo, lo acompañó en la retirada hasta el arroyo Ayuí Grande en la actual ciudad entrerriana de Concordia, dejando el territorio virtualmente vacío. A este acontecimiento se le denomina el Éxodo oriental o también La Redota y demostró el liderazgo de Artigas en el pueblo del sur Banda Oriental.

La posición de Buenos Aires, aunque acatada, provocó fuerte malestar entre los orientales. A partir del 26 de febrero de 1813 se reanuda el sitio de Montevideo, que cae finalmente el 23 de mayo de 1814. Durante ese período se incrementan los enfrentamientos entre Artigas, partidario del federalismo y cuadillo de la Liga Federal, y el gobierno de Buenos Aires. Entre las instrucciones que Artigas dio a los diputados orientales a la Asamblea del año XIII, figuran los límites de la Provincia Oriental que él pretendía:

Artículo 8º: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia Oriental.

Pues el resto de la Banda Oriental esto es el Norte del Río Negro mas todo Río Grande do Sul y Santa Catarina era Portuguesa

Artículo 9º: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batoví, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los Portugueses y a su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia

En 1815, Artigas logró reunir en la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay que pertencia por entonces a la Banda Charrúa o Banda Oriental el protocongreso de la independencia argentina, conocido como Congreso de Oriente, con representantes de la Banda Oriental, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, las Misiones -mucho más extensas que la actual provincia argentina de ese nombre, aunque sus representantes no llegaron a tiempo- y Santa Fe, aunadas en la Liga Federal a la cual fueron invitadas todas las otras provincias de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata.

La Banda Oriental se divide en cuatro republicas: Republica de Entre Rios (con Corrientes), Republica de Uruguay, Republica de Rio Grande do Sul y Republica juliana (Santa Catarina) Las que desde 1825 intentan ser independientes y confederadas. 1820 Ramírez creó entonces la República de Entre Ríos 1820-1821 1825 Declaración de independencia de la Banda Oriental 1828 Uruguay es independiente del Brasil (solo el sur de la Banda Oriental el norte sigue siendo brasileño 1836 Se proclama la Republica Rio Grandense (norte de la Banda oriental 1839, la República Riograndense formó una confederación conjunta con la República Juliana, la cual fuera proclamada ese mismo año, en Santa Catarina, y cuya capital era la ciudad de Laguna

 La Cisplatina y la Guerra del Brasil

Bandera de la Provincia Cisplatina.

En 1821 la ahora llamada Provincia Oriental del Río de la Plata, actual Uruguay y ex Banda Oriental, fue anexada a Brasil por Portugal siempre cultural e históricamente unida a Río Grande con el nombre de Provincia Cisplatina, tras ser derrotado Artigas en el combate de Tacuarembó (1820). Portugal entendía que el resto de la Banda Oriental o Charrúa compuesto por Entre Ríos y Corrientes era parte suya llamando a esa parte Provincia Transplatina (Entre Ríos y Corrientes) la cual formo una republica que solo duro un año.

Bandera de la Provincia Cisplatina

Cinco años después, en 1825, y con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, invadió la Provincia Oriental para retirar a los brasileros. Eventualmente se suma el general Fructuoso Rivera quien ofreció a los Portugueses una vasta región del Uruguay a cambio de lograr la "Paz". El territorio cedido por Rivera a los Portugueses limitaba al sur de la actual ciudad de Porto Alegre. Para José Gervasio Artigas fue toda una traición.

El Juramento de los Treinta y Tres Orientales, óleo de Juan Manuel Blanes

El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declara la independencia del territorio oriental, y su voluntad de formar parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata (lo que actualmente es Argentina, excepto el territorio de Uruguay y el departamento boliviano de Tarija.

Juan Antonio Lavalleja

La H. Sala de Representantes de la Provincia Oriental del Río de la Plata en virtud de la soberanía ordinaria y extraordinaria que legalmente reviste para resolver y sancionar todo cuanto tienda a la felicidad de ella, declara: que su voto general, constante, solemne y decidido es, y debe ser, por la unidad con las demás Provincias Argentinas a que siempre perteneció por los vínculos mas sagrados que el mundo conoce. Por tanto, ha sancionado y decreta por ley fundamental la siguiente: Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el territorio de Sud América, por ser la libre y espontánea voluntad de los Pueblos que la componen, manifestada con testimonios irrefragables y esfuerzos heroicos desde el primer período de la regeneración política de dichas Provincias. Dado en la Sala de Sesiones de la Representación Provincial, en la villa de San Fernando de la Florida, a los veinticinco días del mes de agosto de mil ochocientos veinticinco.

Las Provincias Unidas derrotaron a Brasil luego de una lucha de tres años, la batalla decisiva fue la de Ituzaingó. Sin embargo, los problemas económicos obligaron a aceptar reclamos brasileños y británicos, por lo que el 28 de agosto de 1828, bajo la vigilancia del Reino Unido, se firma la Convención Preliminar de Paz, en que se establecía la creación de un estado independiente de Argentina y de Brasil en el territorio en el Sur de la Banda Oriental mientras que el Norte se transformaría en dos estados brasileños. Río Grande y Santa Catarina.

Independencia

La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el nombre de República Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María. También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río Yaguarón.

El primer presidente, electo bajo la Constitución de 1830, fue Fructuoso Rivera, desplazando a Lavalleja, que no era de ningún modo del agrado de los brasileños. Fue sucedido por Manuel Oribe, asumido en 1834. No obstante, gran parte del poder seguía en manos de Rivera, gracias al cargo de Comandante General de la Campaña que se había creado para él mismo durante su mandato.

Diversos incidentes llevaron a la revolución de Rivera y sus partidarios en contra del gobierno en 1836. Oribe decretó que sus seguidores usaran una divisa blanca, mientras Rivera adoptó una cinta colorada (primero había elegido una celeste, pero debido a que se confundía con el blanco decidió cambiarla). Es de esta forma que nacieron los "blancos" y "colorados", quienes se enfrentaron por primera vez en la batalla de Carpintería, el 19 de septiembre de 1836.

Apogeo del caudillismo

Las vinculaciones de los colorados con los unitarios argentinos y de los blancos con los federales dieron lugar a una constante intervención de la Argentina en los asuntos internos uruguayos, a lo que se sumaba Brasil. También se debe destacar la intención de Francia y Gran Bretaña de extender su predominio económico al Río de la Plata.

Todas estas influencias extranjeras, sumadas a las rivalidades internas en Uruguay, desencadenarían la llamada Guerra Grande (1839-1851). Luego de que las tropas riverenses vencieran a las de Oribe, éste renunció a la presidencia y en su lugar fue electo Rivera, el 1º de marzo de 1839. Ya en febrero de ese año le había declarado la guerra a Rosas, aliado de Oribe, dando comienzo a la contienda.

Entre 1839 y 1843, la guerra fue favorable a Rosas y Oribe. Este último impuso el sitio de Montevideo entre 1843 y 1851. Así, el país quedó dividido en dos partes: Montevideo bajo el poder del Partido Colorado, apoyado por los ingleses y franceses, que forman el Gobierno de la Defensa; el resto del país, dominado por Oribe y los blancos, que formaron el Gobierno del Cerrito, con su capital en la ciudad de Villa Restauración, actualmente el barrio de la Unión. Oribe fue el primer presidente oriental que homenajeó oficialmente a Artigas, bautizando con el nombre del prócer a la principal calle de Villa Restauración.

Durante este período, varias legiones extranjeras — franceses, italianos, etc. — apoyaron la defensa de Montevideo, siendo especialmente notable la participación de Giuseppe Garibaldi, quien comandara las fuerzas navales de Montevideo.

Desde 1849, tras aplastar el imperio del Brasil a la República Riograndense, al concluir la Guerra de los Farrapos — del portugués "Guerra de los Harapientos" — arreciaron las incursiones y ataques brasileños sobre el territorio uruguayo.

En 1851, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Argentina, Justo José de Urquiza, forma una coalición con Brasil y el Gobierno de la Defensa e invadió el territorio uruguayo. Simultáneamente se produjo una nueva invasión brasileña. El cansancio generado por la larga guerra provocó la rápida rendición del gobierno del Cerrito y la firma de la paz, el 8 de octubre de 1851. Como resultado del tratado de paz firmado en 1852, Uruguay reconocía la soberanía brasileña sobre las Misiones Orientales — ya ocupada en los hechos por el Imperio de Brasil — más una franja adicional, entre los ríos Cuareim e Ibicuy.

Al finalizar la Guerra Grande, el país se encuentra destrozado: totalmente adeudado, decrecimiento de población, destrucción de la mayoría del ganado (principal fuente de ingresos del país).

Muchos responsabilizaron a los bandos políticos por la debilidad interna y propusieron una política de fusión para eliminar las divisas, llegando en 1857 el presidente Gabriel Pereira a prohibir la reorganización de los partidos políticos.

Al llegar en 1860 a la presidencia Bernardo Berro, a pesar de ser blanco, se inclinó hacia la política de fusión. Intentó implantar una política de neutralidad con Argentina, ya que opinaba que Uruguay no se debía entrometer en asuntos externos.

Venancio Flores, el principal caudillo uruguayo en ese momento, se alió con los gobiernos de Brasil y Argentina e invadió el territorio uruguayo. Tras una breve pero violenta guerra, accedió al poder en 1865. Flores pagó el apoyo brasilero y argentino uniéndose con ellos contra el Paraguay, en la Guerra de la triple alianza.

Flores fue asesinado en 1868, siendo sucedido por Lorenzo Batlle. En su período de gobierno, lo más destacado fueron las crisis económicas y políticas. Entre estas últimas se destacó la "Revolución de las Lanzas", comandada por Timoteo Aparicio. Este período (1868) se caracterizó por gobiernos débiles, siendo presidentes: Lorenzo Batlle (1868-1872), José Ellauri (1872-1875) y Pedro Varela (1875).

Modernización y Militarismo

La Modernización es un concepto que engloba el período de militarismo que comienza en 1876, tras un caos político presidido por la Revolución de las Lanzas de Timoteo Aparicio, y finaliza en el siglo XX con las reformas impulsadas por José Batlle y Ordóñez.

El 10 de marzo de 1876 se efectuó una amplia reunión de comerciantes, hacendados y extranjeros residentes que ante la acefalía en el poder y las graves crisis que enfrentaba el país, debido en gran parte a la inoperancia de los gobiernos democráticos decidieron ofrecerle el poder al Ministro de Guerra Coronel Lorenzo Latorre. Éste aceptó y tomó el poder como "gobernador provisorio".

Los objetivos principales del régimen latorrista fueron el logro de la paz interna y el orden (en la campaña, sobre todo) y la afirmación del derecho a la propiedad privada.

El militarismo significó desde el ángulo político, la sustitución de las banderías tradicionales (blancos y colorados), por el gobierno de los grupos de presión más fuertes en lo económico, aliados al grupo de presión más fuerte en el poder real y coactivo: el ejército. La inoperancia, la debilidad y el tono artificial que había asumido paulatinamente la superestructura política de la República, se tradujo pues en una asunción del poder casi directa por parte del alto comercio, la clase alta rural y los inversionistas extranjeros. Latorre se basó en los progresos técnicos de la época, para consolidar la estabilidad política del país.

Los fusiles Mauser y Remington le dieron al ejército un poder incontrastable e inalcanzable para los revolucionarios por su costo. La importancia del telégrafo radica en la velocidad para transmitir información hasta los lugares más alejados de la capital. El ferrocarril permitió el rápido traslado de tropas, para sofocar las revoluciones.

También produjo una modernización del aparato jurídico sustituyendo a los alcaldes por jueces letrados departamentales. Simultáneamente se aprobaron los Códigos de Procedimiento Civil e Instrucción Criminal en 1878, así como el Código Rural y la creación del Registro de Embargos e Interdicciones. En 1879 se aprobó la Ley de Registro de Estado Civil, con la cual pasó a manos del Estado una función realizada hasta el momento por la Iglesia. Los juzgados de Paz, comenzaron a llevar cuatro registros: de nacimientos, de defunciones, de matrimonios y de reconocimientos y legitimaciones.

En materia económica y para mejorar las condiciones del campo, Latorre se cercioró de la consolidación del derecho de propiedad privada mediante el Código Rural de 1879, que establecía la medianería obligatoria, lo que le dio un enorme impulso al cercamiento de los campos. Estableció la Oficina General de Marcas y Señales en la que debía solicitarse las marcas de ganado para evitar repeticiones y fraudes y asegurar la propiedad del ganado. Otra medida que se implantó como ayuda para consolidar el orden interno en la campaña, fue la autorización dada a los grandes propietarios para establecer policía particular a cargo del comisario.

El alambre consolidó el régimen vigente de la propiedad de la tierra. En segundo término, eliminó al minifundista ganadero y provocó la primera desocupación en el país al eliminar el trabajo de muchos peones, agregados y puesteros. Esto provocó su concentración en los suburbios de los poblados, de ciudades del interior y en Montevideo, dando origen a lo que se empezó a conocer como rancheríos.

Una de las reformas más importantes durante el gobierno del Coronel Latorre fue la educativa, impulsada por José Pedro Varela quien se encontraba a la vanguardia en materia de las nuevas corrientes pedagógicas.

         

José Pedro Varela                      Lorenzo Latorre 1875

Latorre abrió cauce a la efectivización de los proyectos varelianos, una situación que señala el historiador Enrique Méndez Vives en "El Uruguay de la Modernización" como paradojal, habida cuenta de las características del régimen. Varela entendió que lo importante era llevar a cabo la reforma educativa, que contribuiría a la eliminación de gobiernos semejantes en el futuro. "La escuela es la base de la República; la educación, la condición indispensable de la ciudadanía. Todas las grandes necesidades de la democracia, todas las exigencias de la República, sólo tienen un medio posible de realización: educar; educar; siempre educar...".

El decreto ley de la Enseñanza Común fue aprobado el 24 de agosto de 1877. Estableció tres principios básicos, que hasta hoy siguen presentes. La educación ha de ser: gratuita, obligatoria y laica. Los dos primeros principios pudieron ser llevados a cabo sin grandes dificultades. El freno estuvo en el aspecto de la laicidad. Entonces Varela propuso, como transición, que el catolicismo fuera enseñado a los alumnos cuyos padres así lo solicitaran.

Más que reformar, Varela creó un sistema educativo. Dio contenidos científicos a los programas de estudio; seleccionó personal docente dando amplia participación a la mujer; implantó la descentralización administrativa, procurando la participación popular en el mejoramiento de la escuela pública.

Latorre no desarrolló un gobierno a favor de la clase militar, pero tuvo importantes cantidades de autoritarismo lo que ayudó para forjar un Poder Central capaz de encarrilar al país en las normas necesarias para el desarrollo de una economía moderna. Defensa de la propiedad privada de la tierra y del ganado, establecimiento del patrón oro, reanudación del pago de la deuda pública; pero también, modernización técnica y administrativa del Estado.

La Suiza de América

A finales del siglo XIX el país había completado su organización y durante la etapa batllista consolidó su democracia y alcanzó altos niveles de bienestar, equiparables a los europeos. Debido a esto, Uruguay comenzó a ser conocido como "la Suiza de América".

La mayor parte del esfuerzo del primer mandato de José Batlle y Ordóñez se destinó en asuntos políticos que incluyeron los levantamientos de 1903 y 1904, protagonizados por Aparicio Saravia y el Partido Nacional. De esta manera se pudo consolidar definitivamente la autoridad del poder central en toda la República. Poco, fue el tiempo que quedó para la realización de la obra económica y social.

José Batlle y Ordóñez hacia 1900

En el plano económico se destaca: la erogación de 3 millones de pesos, con destino a la construcción y mejora de caminos de la campaña. Se intentó favorecer el surgimiento de la industria nacional y disminuir la dependencia del exterior por la importación de azúcares a través de una ley en la que se otorgaban varias primas anuales y semillas seleccionadas. Se ampliaron también, las obras de la Usina de Luz Eléctrica. En el plano financiero, existió el deseo por parte del Ejecutivo de lograr una paulatina independencia del financiamiento inglés. En el plano educativo, en 1903 se creó la Facultad de Comercio (futura de Ciencias Económicas) y en marzo de 1907 la Facultad de Veterinaria y Agronomía. Se trataba de tecnificar el comercio y el agro desviando a los hijos de estancieros de las tradicionales carreras de abogado y médico. Se proyectó la instalación de diez liceos departamentales, procurando otorgar en el interior de la República elementos de cultura superior a la de la enseñanza primaria.

En el plano político, la tarea fue absorbida por los levantamientos armados producidos por la política exclusivista de partido desarrollada por Batlle y la negativa del Partido Nacional a seguir aceptando su continua marginación del gobierno. Firmada en 1904 la Paz de Aceguá, las consecuencias de la revuelta fueron: A) La consolidación de la unidad del Estado. El triunfo colorado implicó la finalización de la política de coparticipación en los gobiernos departamentales. B) Gobierno excluyente de partido y C) La Reforma Electoral.

Con la asunción de Claudio Williman se continuó con un gobierno batllista. El 25 de agosto de 1909 se produjo la inauguración del puerto de Montevideo que estaría al servicio público y el Estado se reservaba la administración portuaria. El país contaba desde este momento con un medio que le permitiría competir con Buenos Aires en relación con el tráfico de ultramar.

Durante la segunda presidencia de Batlle y Ordóñez hubo importantes aportes a los derechos laborales de los trabajadores. Se prohibía el trabajo de menores de 13 años, se restringía la jornada a los menores de 19; la mujer dispondría de 40 días de descanso en el período de embarazo, el descanso obligatorio era de un día cada siete y un máximo de 48 horas semanales de trabajo. Se estableció la jornada de trabajo en 8 horas. También se creó una ley de pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo. Se aprobó una pensión a la vejez que podían utilizar todas las personas mayores de 65 años y de cualquier edad en caso de invalidez absoluta, que se encontrara en la indigencia. Se estableció la indemnización por despido que dependía de la cantidad de años trabajados.

En lo que se refiere a la actividad económica del Estado (estatización y nacionalización). El principio ideológico era que los servicios públicos esenciales debían estar en manos del Estado, ya que éste era el organismo representativo de la sociedad, es decir, de todas las clases sociales, y estaba por encima de sus disputas; el Estado debía intervenir allí, donde el capital privado fuera indeciso o temiera perder dinero, porque no estaba guiado por el afán de lucro sino de servicio público; el Estado debía sustituir a las empresas extranjeras que se llevaban la ganancia fuera de fronteras debilitando así el país.

Fue así que se produjo la estatización del Banco de la República Oriental del Uruguay, 1911 y 1913, la del Banco Hipotecario del Uruguay, en 1912, y la de los seguros, que pasaron de manos privadas a manos estatales con la creación en 1911 del Banco de Seguros del Estado. Se creó a su vez, en 1915 la Administración de Ferrocarriles del Estado y se produjo la secularización de actos públicos.

Como jefe del ejecutivo aseguró la unidad nacional acabando con diversas rebeliones departamentales, estableció la jornada laboral de ocho horas, la indemnización laboral y promulgó la primera ley del divorcio en Latinoamérica, que reconocía los derechos de las mujeres; también creó institutos de enseñanza media en todas las ciudades departamentales. Durante su presidencia, se crearon empresas públicas que competían con las privadas, proporcionando servicios más baratos.

Durante su segundo mandato, sentó las bases para la futura reforma constitucional. Es decir, que produjo en todos los ámbitos la modernización del Estado. Su filosofía, aún sigue presente en la mentalidad de los uruguayos, independientemente de partidos políticos.

Primera dictadura del siglo XX

Gabriel Terra, presidente el 1 de marzo de 1931, se opuso desde un principio a la constitución de 1917. El 31 de marzo de 1933, con apoyo de la Policía, dirigida por su cuñado, Alfredo Baldomir, el Ejército, y el sector mayoritario del Partido Nacional, dirigido por Luis Alberto de Herrera, dio un golpe de estado, conocido como Dictadura de Terra, por el que se disolvió el Parlamento y se censuró la prensa.

Gabriel Terra

Instauró un gobierno de carácter conservador, autoritario y antiliberal al que se opusieron el batllismo y la izquierda. En 1934 hizo promulgar una nueva constitución de carácter presidencialista que tuvo vigencia plena hasta 1942. Fue elegido presidente nuevamente en aquel año, y desempeñó el mando hasta el 19 de junio de 1938.

Durante su mandato se desarrolló una política industrializadora de sustitución de importaciones y se realizaron obras publicas de importancia como la represa de Rincón del Bonete, inaugurada en 1937. Rompió relaciones diplomáticas con la Unión Soviética en 1935 y reconoció al gobierno de Francisco Franco en 1936.

Salió airoso de un atentado contra su vida en junio de 1935 y pudo igualmente sofocar un levantamiento armado contra su gobierno, ocurrido en el mismo año.

Deterioro económico

Hacia 1955 , producto de un desarrollo económico inarmónico y altamente dependiente, basado en el beneficio de un reducido grupo social que detentaba los resortes de la producción (básicamente ganadería extensiva y latifundista), la distribución (el complejo frigorífico) y una escasa y poco especializada industria que se basaba en la explotación de amplios sectores de obreros y asalariados, se inició una crisis económica que afectó también a las instituciones públicas. La depreciación de la moneda nacional, la dependencia de los precios internacionales, el pobre desarrollo del mercado interno, el clientelismo político y el peso de una burocracia político-estatal entremezclada y comprometida con los grupos dominantes, terminó con la "Suiza de América" que fue producto de una situación circunstancial en la que el país sobrevivió sobre el ingreso de divisas provenientes de la exportación de comestibles durante el período de la segunda guerra y los años sub-siguientes. Ya establecida esa crisis del modelo dependiente y débilmente desarrollado, durante la década de 1960 hubo un proceso de gran deterioro económico y por lo tanto social con un notable aumento de la conflictividad y de la búsqueda de alternativas por parte del movimiento social, que también incluyó la lucha armada, propuesta determinada por uno de los movimientos generados durante el período. Esta estuvo protagonizada por la guerrilla urbana que llevaron adelante grupos de extrema izquierda, entre los cuales destacan los Tupamaros, y fuerzas de extrema derecha, como el Escuadrón de la muerte[cita requerida] y la Juventud Uruguaya de Pie (JUP).

Las Fuerzas Armadas, alentadas por el discurso y la acción propagandística y aún legislativa de algunos sectores de los partidos tradicionales, que profundizaron el enfrentamiento del modelo conservador contra las propuestas populares y ya desarrollada la primera unidad del movimiento popular (CNT - Convención Nacional del Trabajadores) y de la izquierda política (Frente Amplio) promovidas por la propuesta de los más tradicionales partidos de la izquierda y algunos sectores progresistas de los partidos tradicionales fueron asumiendo gradualmente un nuevo protagonismo. Como única respuesta ante el clamor popular, la crisis social, económica y política que vivía el país, y el vaciamiento autopromovido de la institucionalidad, se dio un Golpe de Estado cívico-militar, encabezado por el Presidente de la República, Juan María Bordaberry.

Los gobiernos blancos

Las elecciones de 1958

En 1958, el Partido Nacional ganó las elecciones, despojando del poder al Partido Colorado, que gobernaba desde hacía 93 años.

Así llegaba a su fin el denominado neobatllismo, o sea, un segundo batllismo, cuya principal figura era Luis Batlle Berres, líder colorado sobrino de José Batlle y Ordóñez, y que había intentado impulsar la industria nacional.

En esta primera victoria del Partido Nacional el sector más votado dentro de este partido fue el herrero-ruralismo, cuyos dirigentes eran Luis Alberto de Herrera (caudillo blanco y una de las principales figuras políticas del S. XX) y Benito Nardone, dirigente ruralista que, apodado como Chico-Tazo, se había hecho muy popular en el Interior del país con sus alocuciones radiales de corte populista, y que decidido a entrar en la política, se había aliado con los blancos. El otro sector (que triunfaría cuatro años después) era la UBD (Unión Blanca Democrática), que representaba lo urbano. De esta forma el Consejo Nacional de Gobierno (recordar que desde 1952 el Uruguay adoptó un Poder Ejecutivo colegiado, donde el poder era ejercido por un consejo de nueve personas, seis del lema más votado, tres del que lo seguía) quedó integrado por Martín R. Echegoyen, Eduardo Víctor Haedo, Justo Alonso (herreristas), Benito Nardone, Faustino

En estas elecciones, los blancos triunfaron con el 49.7 por ciento de los votos, lo que representa 499.425 ciudadanos, y los colorados obtuvieron un 37.7 por ciento, lo que equivale a 379.062 sufragios.

Sin embargo, el cambio de mando de un partido político a otro estuvo signado por la intranquilidad. Como ejemplo se puede hablar del relato de Líber Seregni, líder político que por ese entonces era coronel, al periodista Alfonso Lessa, en el que cuenta que algún militar colorado le propuso a Luis Batlle Berres no entregar el poder, y éste respondió echándolo "a patadas en el culo" (así se expresó el testigo).

Primer gobierno blanco

El primer año de gobierno blanco fue bastante complicado.

En abril de 1959 se desataron graves inundaciones en los departamentos del litoral y del centro del país. El gobierno aplicó Medidas Prontas de Seguridad entre el 15 de abril y el 23 de junio. Tuvo que racionarse el consumo de energía, se creó una Comisión Pro-Damnificados, para obtener recursos se lanzó un Empréstito Patriótico y se modificaron los horarios laborales. Las consecuencias fueron catastróficas: se calcularon 41.000 personas desplazadas, además de pérdidas económcias y materiales millonarias.

Además, en poco tiempo la alianza entre el herrerismo y el ruralismo se quebró, y comenzaron los ataques entre un sector y otro. El 8 de abril de 1959 falleció Luis Alberto de Herrera.

Los blancos habían llegado al poder con la promesa de desmantelar el modelo neobatllista, caracterizado por la intervención del Estado y numerosos subsidios, además del tipo de cambio múltiple (esto significaba que el dólar tenía distinto valor dependiendo de la actividad de quien comprara o vendiera). En este sentido, los blancos implementaron una política económica que apuntaba a liberar la economía. El 17 de diciembre de 1959, fue aprobada la reforma cambiaria del ministro de Hacienda Juan Eduardo Azzini, en la que, entre otras cosas, se eliminaba el poder del Estado de fijar los tipos de cambio (a partir de ese momento el valor de las monedas sería fijado por la oferta y demanda), se sustituía el tipo de cambio múltiple por aranceles aduaneros y nuevos subsidios, y se devaluó la moneda, que pasó de 4,11 pesos por dólar a 11 pesos. Como producto de esta reforma, que significaba un duro golpe al Estado benefactor (o al menos esa era la percepción de la opinión pública de la época), se disparó la conflictividad social y en 1961 apareció la CTU (Central de Trabajadores del Uruguay). El resultado inmediato de la reforma fue una inflación del 49 por ciento, producto de la devaluación, pero en los siguientes dos años, fue moderada.

En materia de política internacional, Uruguay confirmó ser un país influenciado por Estados Unidos. Por ejemplo, en Punta del Este se llevaron a cabo las reuniones que crearon la Alianza para el Progreso, y en 1961 Uruguay declaró personas no gratas al embajador cubano y al primer secretario de la embajada de la URSS, y el año siguiente, nuevamente en Punta del Este, se realizó la VIII Reunión de Consulta de Cancilleres, en la cual se decidió la expulsión de Cuba de la OEA. De este primer gobierno blanco también datan las primeras cartas de intención firmadas con el FMI. Aunque también se debe destacar la visita de Fidel Castro en 1959 (antes de que se declarara marxista-leninista) y de Ernesto Guevara en 1961. Este último personaje dio un discurso en el Paraninfo de la Universidad, en el que desconcertó a todos los uruguayos, al afirmar que la fuerza era la última herramienta y que sólo debía ser usada contra el que la ejerc

También en este primer colegiado blanco (así como en el segundo) se llevaron a cabo importantes realizaciones en obras públicas. A partir de 1959 se aprobaron sucesivos planes anuales impulsados por el ministro de Obras Públicas, Luis Giannattasio. En estos ocho años se construyeron las rutas 5 (Montevideo-Rivera) y 26 (Paysandú-Melo), con financiación del BID. Además se expandió la Interbalnearia y se comenzaron a construir los puentes sobre el Solís Grande y el Solís Chico, y se inciaron conversaciones con Argentina para explotar el potencial hidroeléctrico de los ríos.

Segundo gobierno blanco

El 25 de noviembre de 1962 se llevaron a cabo elecciones, con un paisaje político distinto al de cuatro años antes. El Partido Socialista (dirigido por Vivian Trías, que había desplazado al líder histórico Emilio Frugoni) se alió con escindidos nacionalistas para formar la Unión Popular. El Partido Comunista del Uruguay se presentó como el FIDEL (Frente Izquierda de Liberación), en el que se agrupaba también a sectores que abandonaban los partidos tradicionales. La vieja Unión Cívica del Uruguay se reformuló formando el Partido Demócrata Cristiano. En el Partido Nacional, la UBD se alió con el Herrerismo ortodoxo para disminuir la influencia de Nardone. El resto del Herrerismo continuó aliado al dirigente rural. Dentro del Partido Colorado continuaron las fragmentaciones, destacando la creación de la Lista 99, integrada por elementos de la Lista 15 y de la Lista 14. La recientemente creada lista presentaba un programa renovad.

Las elecciones fueron nuevamente ganadas por los blancos, aunque el margen entre éstos y los colorados se redujo: de 120.000 votos hacía cuatro años, pasaron a 23.000 sufragios de diferencia.

El nuevo Consejo Nacional de Gobierno fue integrado por Daniel Fernández Crespo, Washington Beltrán, Carlos María Penadés, Héctor Lorenzo y Losada (UBD), Luis Giannattasio, Alberto Héber Usher (Herrerismo ortodoxo), Alberto Abdala, Amílcar Vasconcellos y Óscar Gestido (Partido Colorado).

Este segundo gobierno blanco fue pronto víctima de las enemistades internas. La alianza entre la UBD y el Herrerismo ortodoxo pronto sucumbió, y los ministros blancos comenzaron a ser interpelados por los senadores de su propio partido.

La situación económica internacional fue adversa a Uruguay, ya que la Comunidad Europea comenzó a subsidiar a sus productores y aumentó los aranceles, la URSS lanzó un programa para aumentar la producción de carne y de leche, al tiempo que países como Australia y Nueva Zelanda aumentaron su productividad. Los precios internacionales cayeron. En 1963 el Banco República debió devaluar la moneda, y el dólar pasó a valer 16,50 pesos. La conflictivdad aumentó, y las huelgas, paros u ocupaciones se hicieron comunes (entre enero de 1964 hasta marzo de 1965 se contabilizaron 650 movilizaciones). En 1964 se formó la Convención Nacional de Trabajadores, organismo de coordinación entre los sindicatos dentro de la Central de Trabajadores del Uruguay (CTU) y los sindicatos no afiliados a ella (por ejemplo, los bancarios o los trabajadores de la carne). El año 1965 fue devastador. Se inició con una intensa sequía que afectó al país durante

También contribuyó a empeorar la situación la muerte, en 1964, de los principales líderes políticos del país: Benito Nardone, Luis Batlle Berres, Javier Barrios Amorín, Daniel Fernández Crespo (todas muertes acaecidas en un período de tres meses) y el retiro de la política de César Batlle Pacheco, que moriría en 1966.

Por otra parte, la movilización obrera provocó la implementación en varias ocasiones de las Medidas Prontas de Seguridad por parte del Gobierno (por ejemplo, en febrero de 1963, a raíz de la huelga de los trabajadores de UTE, o en octubre de 1965, ante la presión ejercida por los gremios para aumentar los salarios). Durante el segundo colegiado blanco fue tomando forma el movimiento obrero, y a la creación en 1964 de la ya mencionada CNT le siguió la realización del Congreso del Pueblo en 1965, donde se proponían las salidas a la crisis, lo que desembocaría con el establecimiento, en 1966, de la CNT como central única de trabajadores.

En este segundo gobierno blanco tomaron lugar robos que luego se sabría eran obra de la guerrilla urbana tupamaros. Se puede señalar el robo de armas del Club de Tiro Suizo de Nueva Helvecia (considerado el primer acto de los tupamaros), el bombardeo de la embajada de Brasil después del golpe de Estado en dicho país, atentados con bombas a domicilios de integrantes del Consejo Nacional de Gobierno y a sucursales de bancos estadounidenses, etc. Además, por estos años se llevaron a cabo las marchas cañeras, manifestaciones de trabajadores de la caña de azúcar de Artigas, que reclamaron en Montevideo por los despidos masivos. Estos trabajadores eran dirigidos por Raúl Sendic, al punto de que la consigna de la movilización era "por la tierra y con Sendic".

La reforma de 1966

Al llegar las elecciones de 1966, nadie discutía que el Colegiado era un sistema ineficaz, inoperante, o demasiado deliberativo. En efecto, la imagen que tenía el pueblo uruguayo del Colegiado era una corporación deliberante incapaz de tomar las medidas necesarias para lidiar con la crisis. Entonces, junto a las elecciones para definir a los próximos titulares del Poder Ejecutivo, se presentaron cuatro reformas constitucionales en las que se presentaban nuevos sistemas de gobierno. Todas tenían como factor común la vuelta al presidencialismo. Cada una fue apodada con el nombre del color de la papeleta de votación. A continuación, una breve reseña de cada una:

La reforma "amarilla": iniciada por un grupo de sindicatos y apoyada por el FIDEL. Promulgaba un Poder Ejecutivo unipersonal aunque se le quitaban facultades al presidente, como, por ejemplo, las Medidas Prontas de Seguridad. Obtuvo el apoyo del 5.21% del total de votantes habilitados.

La reforma "gris": fue presentada por una parte del Partido Nacional. Proponía, principalmente, un gran fortalecimiento del Poder Ejecutivo, dándole facilidades para disolver las Cámaras, romper con la autonomía de la educación, etc. Capturó el voto del 10.57%.

La reforma "rosada": obra del Partido Colorado, coincidía con la "gris" en el fortalecimiento del Ejecutivo, aunque con mayor respeto a las garantías individuales, pero al iniciarse las alianzas con los blancos para presentar una reforma conjunta, quedó en un segundo plano, siendo una porción minúscula de las preferencias del electorado.

La reforma "naranja": fue presentada por la mayoría del Partido Colorado y del Nacional. Proponía la sustitución del Consejo Nacional de Gobierno por un Presidente con mandato de cinco años (con el Colegiado eran de cuatro) sin posibilidad de relección inmediata. Cambiaba fuertemente la relación entre el P. Ejecutivo y el Legislativo, dándole más poderes al primero y otorgándole total control en el orden económico-financiero. Fue la reforma que triunfó, con el 75% de los votos, superando el 35% que era necesario para ser aprobada.

El golpe de estado de 1973

Artículo principal: Golpe de Estado del 27 de junio de 1973

El 27 de junio de 1973, argumentando “la acción delictiva de la conspiración contra la Patria, coaligada con la complacencia de grupos políticos sin sentido nacional, se halla inserta en las propias instituciones, para así presentarse encubierta como una actividad formalmente legal”, el Poder Ejecutivo disuelve las Cámaras de Senadores y Representantes, crean un Consejo de Estado con funciones legislativas, de contralor administrativo y con encargo de proyectar una reforma constitucional que reafirme los principios republicanos-democráticos, suspende los derechos civiles y faculta a las FF.AA. y Policiales para asegurar la prestación interrumpida de los servicios públicos. También dispone la instalación de un Consejo de Estado que pretendía sustituir al parlamento.

En respuesta al golpe de estado, en la misma madrugada en que se gesta el golpe, el secretariado de la CNT (Central Nacional de Trabajadores) lanza un manifiesto en el que en el que llama a la "ocupación de las fábricas, estado de alerta y asamblea". El Partido Comunista del Uruguay toma resoluciones también en la noche del 26 de junio respecto a la huelga general con ocupación de fábricas, moviendo a miles de sus afiliados de agrupaciones de empresas que en la misma madrugada se dirigen a sus lugares de trabajo y de las agrupaciones barriales. Posteriormente se plegarían los gremios de estudiantes universitarios. La huelga duraría 15 días, la más larga en la historia del país.

Durante este período de terrorismo de estado se practicó sistemáticamente la tortura, desaparición forzada y prisión.[6] En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan desaparecidas otras 200 personas.

En 1976, al terminar Juan María Bordaberry su mandato constitucional, ante la convicción de que el caos político que había vivido el país era responsabilidad de su sistema político, propone a la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas una reforma del sistema institucional del país, eliminando los partidos políticos y sustituyéndolos por "corrientes de opinión" en un sistema de corte corporativista.

Las Fuerzas Armadas, entendiendo que el problema no eran los partidos políticos, sino sus integrantes, y que la solución al problema vendría por la vía de una renovación de sus dirigentes, retiran su apoyo al presidente, que se vería obligado a abandonar el cargo en junio.

Mientras continuaba la represión, Bordaberry es reemplazado por el entonces presidente del Consejo de Estado, Alberto Demicheli, quien suspende las elecciones previstas para noviembre y delega la presidencia en Aparicio Méndez (ex Ministro de Salud Pública), quien la asume por un período de cinco años.

Retorno a la democracia

Los militares convocan en 1980 un plebiscito para refrendar el proyecto de reforma constitucional propuesto por ellos, sin permitir, a través de la censura, la expresión pública de opiniones contrarios al mismo en los medios de comunicación. A pesar de ello, el 30 de noviembre de 1980 la ciudadanía mayoritariamente lo rechaza, obligando a la dictadura militar a comenzar un lento proceso de apertura política. El 1 de septiembre de 1981 asume la presidencia el general Gregorio Álvarez, quien en 1984 llama a elecciones. Tras realizarse ese mismo año, sale triunfante el Partido Colorado. Durante los primeros días de 1985 Gregorio Álvarez deja el mando en manos del Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ejercicio, Rafael Addiego Bruno y finalmente el 1 de marzo de 1985 el gobierno retornó a los civiles con la asunción de Julio María Sanguinetti (del Partido Colorado) como Presidente.

En los años siguientes se llevó a cabo una campaña de recolección de firmas para derogar la ley 15.848 de la Caducidad de la Pretensión Punitiva de Estado (popularmente conocida como "ley de impunidad" o "ley de caducidad"), que consagra la impunidad a la violación de los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985). El 16 de abril de 1989, luego de que más de un 25% de la ciudadanía uruguaya habilitara con su firma el plebiscito para derogar dicha ley, se llevó a cabo el referéndum, con un triunfo del llamado "voto amarillo" (por el color de la papeleta) con un margen de 57% contra 43% a favor del "voto verde". El triunfo del "voto amarillo" significó no derogar la ley de impunidad, e indultar en la práctica los crímenes ocurridos durante el gobierno militar. En los comicios de noviembre de 1989 resultó electo Luis Alberto Lacalle (del Partido Nacional). En 1994 Sanguinetti resultó electo por segunda vez y en 1999 triun

Actualidad

Gobierno

En las elecciones presidenciales realizadas el 31 de octubre de 2004 resultó electo Tabaré Vázquez, candidato por la coalición de Izquierda Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría con el 50,45% de los votos, alcanzando la victoria en la primera vuelta y logrando un parlamento con mayorías absolutas. Es la primera vez en 174 años que no accede al gobierno ni el Partido Colorado ni el Partido Nacional.

Tabaré Vázquez y su vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, en automóvil descubierto desde el Palacio Legislativo (al fondo).

En las elecciones municipales realizadas el 8 de mayo de 2005 hubo un cambio significativo en los liderazgos departamentales, logrando el partido nacional 10, el partido colorado 1 y EP-FA-NM 8 de las 19 intendencias en disputa. Esto marcó un cambio histórico rompiendo la hegemonía de 174 años de gobiernos departamentales blancos o colorados.

El 29 de noviembre del 2009, en segunda vuelta, fue electo como segundo presidente de izquierda del Uruguay, el actual senador José "Pepe" Mujica. Obtuvo el 52,60 % de los votos frente a Luis Alberto Lacalle, que obtuvo el 43,33%.

Derechos Humanos

En los años 2006 y 2007 hubo cambios trascendentes en las políticas de derechos humanos; en 2007 fueron procesados los ex presidentes de facto Bordaberry y Gregorio Álvarez junto con otros militares por violaciones a los derechos humanos.

En el mismo año, un grupo de partidos políticos de izquierda integrantes de la coalición de gobierno (Nuevo Espacio, Partido Comunista y Partido por la Victoria del Pueblo), sumados a organizaciones de trabajadores PIT-CNT y organizaciones de familiares de detenidos-desaparecidos en la dictadura cívico militar, iniciaron una recolección de firmas para anular por enmienda constitucional la ley de caducidad; esta enmienda tiene importantes posiblilidades de prosperar en las próximas elecciones de 2009.

En 2006 y 2007 se discutió y aprobó la ley de Unión Concubinaria, proyecto que equipara al matrimonio las uniones de hecho con una duración de al menos 5 años, tanto heterosexuales como homosexuales, el proyecto, que contó con los votos de la totalidad del partido de gobierno y un voto colorado en la cámara alta y dos votos blancos en la cámara baja, se convirtió en un hito en la historia uruguaya ya que reconoció otras formas de familias, como sucede en Europa y América del Norte. La adopción se contempló parcialmente para casos de separación (obligaciones).

En 2007 el Senado, tras un fallido primer intento, votó la ley de Salud Sexual y Reproductiva que incluía la despenalización del aborto; la misma fue aprobada por 15 votos frentistas, 1 colorado y 1 blanco y rechazada por 10 blancos, 2 colorados y 1 frentista. Pese a que se da por descontada su aprobación en la cámara baja, el presidente ha anunciado que la vetará, y la situación actual impide levantar el veto por la presión de la Iglesia Católica sobre los legisladores nacionalistas.

Existe la posibilidad de que se apruebe la eutanasia, la ley de protección animal y el voto a uruguayos en el exterior, que ha sido rechazado recientemente.

El pasado 29 de noviembre de 2009, el ex-guerrillero tupamaro y senador por el Frente Amplio, José Mujica fue elegido Presidente, tras derrotar en la segunda vuelta electoral al conservador Luis Alberto Lacalle. Tomará posesión para el cargo el próximo 1 de marzo, sucediendo así a Tabaré Vázquez; Mujica dijo que, a pesar del mal resultado del referendo del 25 de octubre, juzgaría a los principales dirigentes de la dictadura militar.

Política Internacional

Dada la coyuntura en la que se encuentra Uruguay en el Mercosur, se ha planteado, en el seno de la sociedad uruguaya la discusión sobre la posibilidad de que el país firme un Tratado de libre comercio con Estados Unidos (principal destino económico de las exportaciones uruguayas). El mismo diversificaría la economía uruguaya y la haría menos dependiente de la inestable situación del Mercosur. Se espera que las negociaciones con Estados Unidos comenzarían en octubre.

Esta situación llevó a que el senador Jorge Larrañaga interpelara conjuntamente a los Ministros de Economía, Danilo Astori y de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano, en virtud de las posiciones encontradas dentro del gobierno del Frente Amplio.

El presidente Tabaré Vázquez junto con el Ministro de Economía y el de Industria tienen una posición favorable, mientras que el canciller Gargano, junto con el sector político del Ministro de Ganadería José Mujica están en contra del TCL, en virtud de las posibles violaciones a la soberanía del país que podría significar el Tratado. Por su parte, el propio José Mujica no se ha opuesto, hasta no conocer el texto del tratado; misma postura seguida por la Ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, integrante del Partido Comunista.

A fines de 2006 Tabaré Vázquez anunció que el acuerdo con Estados Unidos sería un "TIFA" por su sigla en inglés, de menor alcance que un TLC. Dicho tratado fue firmado a principios de 2007.

Fuente wikipedia

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