El Parque Nacional Pacific Rim, en el norte de la isla canadiense de Vancouver, cuenta con una de las más preciadas reservas de la naturaleza de la Columbia británica, y la posibilidad de vivirla desde un campamento de lujo.
 

Su diseño está inspirado en los grandes bungalows coloniales de finales del siglo xix, aunque posiblemente recuerda más los magníficos y modernos lodges africanos.

El resort está compuesto de 20 grandes tiendas de lona para los huéspedes, una tienda para los masajes y tratamientos de salud, y otras para la cocina y el comedor.
 

Este campamento abre cada año a partir de mayo con sus tiendas alineadas frente la desembocadura del río Bedwell, en un fiordo de nueve millas de largo. Ofrece un programa completo de aventuras estructuradas de 3, 4 ó 7 noches.
 

Clayoquot Wilderness Resort ha sido consciente de lo atractivo que resulta como plan familiar, por este motivo los niños y los abuelos reciben especiales atenciones, y están programadas muchas actividades que podrán disfrutar los mayores conjuntamente con los más pequeños.

A pesar de la aparente tranquilidad, Tofino ofrece la posibilidad de una gran variedad de emocionantes actividades al aire libre: como el surf (es conocida como la capital canadiense del oleaje); el avistamiento de animales marinos desde una embarcación, incluidas diferentes especies de ballenas y magníficos ejemplares de águilas imperiales, o observar desde lejos los osos en la zona del interior.
 

Los baños de vapor en la ensenada de Hot Springs con su mezcla única de aguas frías y calientes en una terapia calmante totalmente natural; el golf en el campo del Long Beach, vecino a una de las playas más espectaculares del mundo; el remo en Kayak junto a las orcas o las focas; el wellness en alguno de los centros de la zona; el excursionismo para alcanzar la espectacular vista panorámica de Vancouver o de los milenarios glaciares desde cualquiera de las montañas vecinas; las visitas de la región en hidroavión, que permite con comodidad y rapidez obtener esas vistas espectaculares y otras muchas adicionales.

Basta contratar el servicio de alguna de las avionetas que habitualmente se aplican a sus labores de correo y transporte de mercancías.

Y finalmente la hípica, con la disponibilidad de caballos para dar fantásticos paseos por los caminos de la zona. Para aquellos a los que la vida en el campamento no les resulte tan atractiva, a escasos kilómetros del campamento hay un sensacional hotel de la cadena Relais & Châteaux con imponentes vistas sobre la playa.