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Promoción
San Bartolomé
(Saint-Barthélemy en francés), destino de paz en el Caribe.
La isla francesa de Saint Barthélémy es el destino predilecto para
quienes huyen de los excesos de la industria turística. La discreción
reinante contribuye a convertirla en una de las alternativas más
placenteras al invierno europeo.
En St. Barth, la naturaleza exuberante, el clima cálido y
la compostura de sus visitantes permiten disfrutar del bello entorno,
sintiéndose felizmente ignorado por los demás, en una isla alejada de
los grandes centros turísticos. Los escasos 32 km de costa impresionan
por la abundancia de playas hermosas y las vistas inolvidables.
Algunas playas son accesibles solamente por mar, y
están consideradas vírgenes debido a su estado impecable de
conservación. Los colores intensos e inconfundibles de las aguas del
Caribe y la blancura de la arena envuelven toda la isla, invitando no
sólo a las salidas en barco y al descanso en la playa, sino también a la
práctica del submarinismo, el buceo libre y la pesca de altura.
Los lugares más apreciados son la Bahía de St. Jean y
las calas de Grand Cul de Sac, al Este. En tierra, las posibilidades son
igualmente estimulantes. Aunque St. Barth no es propiamente el destino
más indicado para los amantes de las citas sociales, la isla permite
conciliar la vida nocturna con pequeños placeres cotidianos.
Por el mar siempre se han acercado exploradores y
colonizadores. Cristóbal Colón la descubrió en 1493, bautizándola en
homenaje a su hermano Bartolomé. En 1648, la isla fue ocupada por los
franceses.
Las décadas siguientes fueron marcadas por las incursiones de
piratas y corsarios, relegando la isla a su propia suerte. Los suecos la
dominaron entre 1785 y 1877, período reflejado en la actualidad en
algunos de los edificios más emblemáticos de Gustavia, la capital de St.
Barth.
En 2007 se convirtió en una colectividad territorial
de Francia, que la había recuperado en 1877 con el pago de 80.000
francos. También hoy por el mar llegan muchos a la isla. Los navegantes
debe alertar las autoridades portuarias al menos una hora antes de su
llegada por el canal VHF 16.
El primer aterrizaje de un avión en St. Barth ocurrió
en los años 40, y actualmente se realizan vuelos desde la isla vecina de
St. Maarten, pero se recomienda evitar el aeropuerto local por su
infraestructura deficitaria. Una opción adicional es contratar los
servicios de compañías de jets privados de San José (Puerto Rico) que
realizan vuelos directos a Gustavia.
Le Sereno –diseñado por Christian Liaigre– dispone de
37 habitaciones y villas.
Es una de las mejores opciones de alojamiento.
Situado en una playa de 180 metros de la zona pintoresca de Grand Cul de
Sac, puede acomodar a sus clientes en dos villas especiales, la Villa
Vue Mer, para dos personas, y la Villa du Pecheur, para familias.
Una
colorida decoración antillana predomina en las casitas del Hotel Guanahani & Spa, perteneciente a The Leading Hotels of the World.
Las piscinas privadas y amplias terrazas junto al mar
de sus villas se suman a los tratamientos del Spa de Clarins para
convertirla en una opción de primer nivel. En Eden Rock, con 60 años de
tradición en hostelería, las posibilidades acomodaticias se extienden a
cuatro casas situadas en la playa privada, así como un chalet y suites
no menos amplias.
Eden Rock permite a los clientes, además, hacer la
reserva de villas tanto por períodos de semanas como por años, recurso
oportuno si se desea volver a gozar de los encantos de esta isla
francesa.
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