Primera tarde
16.00 Una horchata en la Explanada
Tras degustar la cocina de La Taberna del
Gourmet, no hay nada mejor que un refrescante paseo cerca del
mar.
Giramos a la izquierda por San Nicolás y
llegamos al comienzo de la Explanada de España, que es famosa
por su característico mosaico. Cuenta con más
de seis millones de teselas de mármol de color rojo, crema y
negro que imitan las ondas del mar. A nuestras espaldas se
encuentra la Casa
Carbonell.
Un majestuoso edificio de fachada modernista que tiene su propia
leyenda: al parecer, el empresario alcoyano Enrique Carbonell
tuvo que irse a vivir a Alicante a causa de la enfermedad de su
hija. Eran otros tiempos y el viaje no era nada fácil, así que
se presentó en el Hotel Palace con aspecto sucio y harapiento y
no le dejaron hospedarse. Enrabietado, decidió que levantaría un
edificio más grande y esplendoroso que el del hotel. La Casa
Carbonell se terminó de construir en 1925.
Si nos hemos quedado con ganas de tomar algo
fresco, lo mejor es el famoso Quiosco Peret. Está siempre lleno,
pero merece la pena esperar a que nos atiendan para poder probar
así sus helados y horchatas, que se consideran los mejores de la
ciudad.
18.00 Alicante también tiene su rambla
A menos de 200 metros nos encontramos con la
rambla de Méndez Núñez, que es la frontera entre el casco
antiguo y la nueva ciudad; y que nació después de que se
consiguiera el permiso de la reina Isabel II para derribar la
muralla.
18.30 Visita a la concatedral
Continuamos por la rambla y diez minutos
después llegamos al cruce con la calle de Miguel Soler. Si la
seguimos, en 50 metros nos encontramos con la pequeña plaza del
Abad Penalva. Frente a nosotros aparece la fachada de la Concatedral
de San Nicolás de Bari;
que se puede visitar en función de los horarios de culto. Es
mejor consultarlos antes de preparar la visita.
Los alicantinos están muy orgullosos de su
concatedral. Llama la atención su fachada de estilo herreriano
(siglo XVII) y cómo está integrada en el barrio. No hay grandes
plazas exteriores, así que todo resulta más cercano. En el
interior, la austeridad se transforma en una decoración
elegante, con la nave central coronada con una cúpula de 45
metros de altura. Entre sus obras de arte más preciadas cabe
destacar la imagen de la Virgen del Remedio, el retablo de las
Ánimas, la capilla de la Comunión y la cruz del Cristo de la
Buena Muerte.
20.00 Recorrido por El Barrio, con
mayúsculas
Al salir, tomamos la calle Labradores, que nos
conduce de nuevo al corazón del barrio de Santa Cruz. Cuando
alguien habla en Alicante de El Barrio todo el mundo
sabe que se refiere a Santa Cruz. 150 metros más adelante,
giramos a la derecha por la calle Virgen de Belén y seguimos
hasta encontrarnos con la calle del Abad Nájera. Por último,
continuamos cinco minutos hasta la plaza del Carmen, que ya
empieza a marcar la subida hacia el castillo.
21.00 Una cena con vistas
Aunque esté cerrada a estas horas, podemos
acercarnos hasta la Ermita
de Santa Cruz.
Este es el punto de partida de una de las procesiones más
emocionantes de la Semana Santa: la de la Hermandad de la Santa
Cruz del Miércoles Santo. Es todo un espectáculo ver cómo los
costaleros llevan el paso por estas calles tan estrechas y
empinadas.
Al restaurante La
Ereta,
a las faldas del castillo, llegaremos después de una pequeña
subida de unos 300 metros. Aquí no podemos dejar pasar por alto
sus arroces y postres, pero tampoco las impresionantes vistas de
la ciudad, especialmente de noche.
De regreso al centro, nos detendremos en
alguno de los bares de copas de esta bulliciosa zona. Tres
buenas opciones son: el pub Red Lion (San Isidro, 6), el bar de
copas Callejón (plaza de Quijano, 6) y el club Desafinado House
Club (Santo Tomás, 6).
Segunda mañana
10.00 En tranvía por la ciudad
Iniciamos la nueva jornada en el palacio de
la Diputación
de Alicante.
Seguimos a la derecha por la avenida de la Estación hasta la
cercana plaza de los Luceros. Es el momento de
subirnos al TRAM,
el moderno y eficiente ferrocarril metropolitano de Alicante.
Bajaremos en nuestro destino: el Museo Arqueológico Provincial (MARQ).
10.30 MARQ, un museo de prestigio
Elegido Museo Europeo del Año 2004, el MARQ (abierto
de martes a sábado de 10.00 a 19.00 h, y domingos y festivos de
10.00 a 14.00 h, consultar horario de verano)
es el fiel reflejo de la riqueza arqueológica de la zona a
partir del asentamiento de íberos y romanos. El museo presenta
exposiciones procedentes de instituciones tan prestigiosas como
el Museo Británico o el Hermitage de San Petersburgo.
12.00 El otro Gernika
Concluida la visita, regresamos en TRAM. La
parada que nos espera es la de Mercado, donde está el Mercado
Central (abierto de lunes a sábado de 7.30 a 14.30 h).
Construido a principios del siglo XX por el arquitecto Juan
Vidal Ramos, fue bombardeado durante la Guerra Civil.
Actualmente, ha recuperado su esplendor modernista y es un
símbolo de la vitalidad de Alicante.
13.00 La fiesta de las hogueras
Tras abandonar la plaza de abastos,
continuamos por la izquierda por la avenida Alfonso X y giramos
a la derecha por la rambla de Méndez Núñez. Andamos unos diez
minutos y, en el número 29, aparece el Museo
de las Hogueras
(abierto de martes a domingo de 10.00 a 14.00 h y de 17.00 a
20.00 h, en verano de 18.00 a 21.00 h). En su interior, se
recopila la historia de una de las tradiciones más importantes
de Alicante: las Hogueras de San Juan, fiesta declarada de
Interés Turístico Nacional.
14.00 Cita con un clásico alicantino
Es la hora de comer y tan solo 500 metros nos
separan de un referente de la gastronomía local: el restaurante Nou
Manolín.
Reconocido con un sol Repsol, sus platos, como el ajoblanco con
tarta de gamba roja o la torrija de turrón en sopa de chufa,
prometen grandes placeres.
Si no nos molesta coger el coche por un
momento, tenemos otra alternativa para la comida: descubrir Aire
TapasBar, el nuevo espacio gastronómico del chef Quique
Dacosta.
Se halla a 20 minutos en la flamante nueva terminal del
aeropuerto de El
Altet.
Merece la pena escaparse para probar su cocina.