El punto de partida de esta ruta no es otro que
la ciudad de León.
Un paso obligado del camino de Santiago que, gracias a su
patrimonio histórico y monumental, la han convertido en un
destino ineludible para cualquiera que visite Castilla y León.
León, España.
La diversidad
de paisajes que ofrece la provincia nos invita a perdernos
en sus pueblos y descubrir sus orígenes y riqueza histórica.
Antes de subirnos en la moto y salir de León
hay que descubrir el León
más monumental. La antigua capital del Reino de León respira
historia por todos sus rincones.
Visitamos la Catedral de Santa María, la
Basílica de San Isidoro o el Hostal
Parador de San Marcos para darnos cuenta de la riqueza
monumental de la ciudad. Un paseo por su casco histórico basta
para descubrir la riqueza histórica de León.
En el restaurante Rey
Don Sancho podemos degustar un lechazo asado al estilo de
Castilla, digno ejemplo de la gran tradición gastronómica
leonesa.
Arrancamos nuestra ruta con dirección Carrizo
de la Ribera por la carretera LE-441 a su paso por San
Andrés de Rabanedo, localidad que se encuentra a
apenas 6 kilómetros de la capital leonesa.
Ya en Carrizo de la Ribera, la visita al
Monasterio de Santa María de Carrizo es una de las principales
recomendaciones. A poco más 18 kilómetros circulando por la
CV-161-2 tenemos nuestro siguiente destino.
Ya en Hospital
de Órbigo descubrimos una localidad cargada de
historia principalmente por su Puente del Paso Honroso. Un punto
marcado por el ‘Paso Honroso’ de Don Suero de Quiñones o el paso
de la Cañada Real de la Plata que tiene allí el nexo de unión
entre las cañadas extremeñas y la montaña leonesa.
Además es un punto de paso obligado para los
peregrinos que recorren el Camino leonés.
Otros 18 kilómetros por la AP-71 nos separan
de nuestra siguiente parada: Astorga.
Una localidad con un gran patrimonio histórico y monumental que
representa el cruce de la Vía de la Plata y el Camino de
Santiago.
Dos referentes en lo que a riqueza monumental
se refiere son su Catedral y el Palacio Episcopal, obra de Gaudí.
Su pasado romano nos acerca a otra de las recomendaciones en
nuestra visita a Astorga: el antiguo recorrido de cloacas y
alcantarillado que tenía la ciudad.
Nos subimos de nuevo a la moto y recorremos
poco más de 5 kilómetros para llegar a Castrillo
de los Polvazares. Aparcamos la moto y nos damos
una vuelta a pie para disfrutar del encanto que tienen sus
calles empedradas, sus casas de piedra y en definitiva la
conservación perfecta de su arquitectura popular.
No podemos irnos de esta localidad sin
disfrutar de un buen cocido maragato en el restaurante Casa
Juan Andrés.
La ruta nos conduce por la LE-142 al paso por
pueblos como Santa María de Somoza o Rabanal
del Camino. En este último encontraremos varias
iglesias, entre ellas una de origen templario.
Tras recorrer poco más de 20 kilómetros
llegamos a Foncebadón,
un pueblo marcado por uno de los monumentos jacobeos más
representativos, la Cruz de Ferro.
Dejamos atrás Foncebadón y nos encaminamos
hacia la penúltima parada de nuestro recorrido: Molinaseca.
Su encanto medieval, los blasones en las casas y una
conservación arquitectónica estupenda nos invitan a pasear por
sus calles y hacer un alto en el camino antes de ponernos de
nuevo en carretera para llegar a nuestra última parada.
Para coger fuerzas antes de volver a subirnos
en la moto nada como saborear unas deliciosas torrijas cremosas
con chocolate caliente en Casa
Ramón.
Ponferrada
nos espera como última parada de nuestra ruta con una increíble
riqueza monumental que gira en torno al Castillo de los
Templarios pero que también tiene como puntos de interés
monumental la iglesia de San Andrés, la Basílica de Nuestra
Señora de la Encina o el convento de las Concepcionistas.