Estrategia de negocios, publicidad,
originalidad o la oportunidad de ser únicos. Quizás sea una de esas, o
todas o ninguna la verdadera razón por la que se le da forma a algunos
hoteles a los que podríamos llamar insólitos, extravagantes, curiosos,
singulares o divertidos.
Ya sea por el lugar en el que se emplazan, por
la forma que poseen, por los servicios prestados o por los materiales
utilizados en su construcción, éstos sin duda llaman la atención.
1. Hotel Daspark, Austria.
Las habitaciones de este sitio son, nada más y nada
menos, que tubos de construcción con capacidad para dos personas sin
ningún otro servicio que una cama y una lámpara.
Das Parkhotel
es un curioso proyecto austriaco con vocación eminentemente
hospitalaria. No está destinado a viajeros exigentes ni amantes del
lujo, sino a personas que están de paso en una ciudad.
Las habitaciones son
tubos de construcción habilitados con un dormitorio y poco más.
Parece que están disponibles en algunas ciudades como Linz y Ottensheim,
y el precio por alojarse allí es únicamente
la voluntad, lo que uno quiera
pagar.
Claro que no ofrecen si aseos ni
ningún tipo de servicio, sólo
la cama y punto, por lo cual el coste de mantenimiento es casi cero.
Al parecer el proyecto lleva ya varios años
funcionando con bastante éxito, de modo que hay incluso que
reservar por internet para
poder tener acceso a uno de estos parkhotels. Quien lo iba a decir.
2. Karosta, Letonia.
Este hotel se alza en la ex cárcel militar de Karosta.
Un lugar en el que los viajeros son tratados como presos pudiendo elegir
diferentes y extremas experiencias.
En busca de nuevas emociones, de opciones
únicas y experiencias extremas, muchos viajeros han decidido dejar los
destinos y los hoteles corrientes para optar por aquellos sitios que
tienen algo más para ofrecerles. Algo que no cualquier persona estará
dispuesta a soportar. ¿De qué se trata? De vivir como si de prisioneros
se tratase. Así, tiempo atrás conocimos un
listado de prisiones convertidas en hoteles entre las que se
encontraba Karostas en
Liepaja,
Letonia. Hoy la conoceremos un
poco más.
Se trata de una cárcel que se alza en esta ciudad al
este del Mar Báltico, que comenzara a construirse hacia 1903 y que dejó
de funcionar recién hacia 1997. Claro que, durante esos años, fueron
miles los hombres que vivieron, sufrieron y murieron entre sus paredes
soportando diferentes regímenes como el soviético, el nazi o el letón.
Por ejemplo, durante la II Guerra
Mundial, Hitler enviaba allí a las personas condenadas a muerte
por desertar y Karostas era su destino final y el lugar elegido para
ejecutarlos.
Así, en ese marco, algunos viajeros deciden pasar sus
días de vacaciones. Así, casi reproduciendo el régimen utilizado para
con los prisioneros, algunos viajeros eligen su estadía. ¿Un intento de
ser originales? ¿Masoquismo? ¿El procurar conocer la historia pero en
primera persona? ¿Una experiencia extrema diferente? ¿Una forma de
afrontar sus miedos? ¿Una manera de ponerse a prueba? Sea como sea, los
turistas que optan por pasar esos días detrás de las rejas deberán tener
que cuenta que ello significa ser un prisionero por el resto de su
estadía allí.
De esta forma, entre las “comodidades” que ofrece el
hotel se encuentran sus camastros de hierro, comida de cárcel, sólo agua
fría para bañarse, interrogatorios, caminatas nocturnas, gritos a
cualquier hora, flexiones, la limpieza de los baños y castigos en caso
de no cumplir con las órdenes. Duras condiciones para pasar las
vacaciones. Tan duras que los viajeros, antes de alojarse, deben firmar
un documento en el que aceptan las condiciones en las que vivirán
durante los próximos días.
Claro que, además de la estadía “corriente”,
Karostas ofrece un servicio de
experiencias. Se trata de una serie de circuitos preparados para quienes
quieren más. Así, pueden optar entre el llamado
Noche Extrema que se extiende
por siete horas y tiene un precio de poco más de 14 euros, o quizás
24 Horas en el que se
convertirán en integrantes de las fuerzas de seguridad para conocer sus
habilidades físicas y espirituales.
Detrás de los barrotes es otra de las opciones de dos horas de
duración, un show interactivo cuyo fin es conocer la historia del lugar,
mientras que en Escapa de la URSS
se simula el cruce de la frontera evitando ser descubiertos y
capturados. Otras actividades que pueden realizarse son las visitas
guiadas al museo de la cárcel o a los laberintos subterráneos con
antorchas.
Lejos de los viajes relajantes y de placer, no caben
dudas que alojarse en Karostas
se presenta como una experiencia única y, de seguro, inolvidable. Una
experiencia extrema tanto en lo físico como en lo psicológico no apta
para cualquiera.
3. Dog Bark Park, Estados Unidos.
Este establecimiento cuenta con forma de perro, más
precisamente de uno de raza Beagle llamado Sweet Willy.
El hotel se
ubica en Cottonwood, Idaho y quienes deseen pasar la noche allí deberán
saber que lo harán en la parte perteneciente a la cabeza del gigantesco
animal.
4. Hôtel de Glace, Canadá.
En Québec se alza este hotel de hielo que abre sus
puertas desde el mes de enero hasta marzo.
Si pasamos la navidad aquí, podremos
decir que hemos pasado más frío que el propio Papá Noel en el Polo
Norte… El siguiente hotel en nuestro recorrido por los más insólitos no
podemos decir que tenga mucha historia, ni que sus paredes hayan visto
pasar mucha gente, ya que no puede superar unos meses de antigüedad. Se
trata de un monumento efímero que cada
año es creado de nuevo, y la culpa la tiene el calor.
Hablamos del
Ice Hotel, Hôtel de Glace u
Hotel de Hielo, levantado gracias a 11.000 toneladas de nieve y 350
toneladas de hielo. Este insólito alojamiento tarda 5 semanas en
construirse en una superficie total de unos 3.000 m2, y constituye el
único hotel de estas características en América del Norte.
Situado en
Canadá, cerca de Quebec, el
Ice Hotel cuenta con 34
habitaciones, una capilla de hielo en la que algunas parejas celebran su
boda, dos galerías de arte, amplios salones y una multitud de
actividades para realizar en el exterior, si el tiempo lo permite…
La temperatura
dentro del hotel oscila entre -2 y -5
grados centígrados, y las camas están talladas en hielo. Y
aunque afortunadamente una tabla de madera, un colchón y un saco
especial nos aislarán del contacto directo con el hielo, no debe de ser
muy recomendable si sufrimos reuma.
Paredes de hielo cubiertas de cuadros,
muebles de hielo, lámparas de hielo… Por suerte los cuartos de baño no
son de hielo y existen instalaciones con calefacción en un hotel
adyacente.
El hotel cuenta con suites temáticas de decoración
única y exclusiva, desarrolladas también por talentosos artistas. Las
fotografías del vestíbulo y de los salones resultan deslumbrantes, tanto
pilar y techo cristalino pueden cegar un día de sol. Y si os acercáis a
este hotel, no olvidéis visitar el bar
Absolut, donde no hace falta añadir cubitos a tus bebidas, ya
que hasta los vasos son de hielo.
En la página web oficial no aparecen las tarifas de
este espectacular hotel, pero me da que los precios serán para quedarse
helado…
5. Capsule Inn, Tokio.
Los hoteles cápsula cuentan con forma de nichos en los
que los turistas sólo cuentan con un colchón, una luz, radio y
televisor. Luego, el baño y el resto de los espacios se comparten entre
todos los viajeros. No apto para claustrofóbicos.
Entre ellos, podemos observar los
hoteles cápsula: Una curiosa y
económica forma de dormir en una especie de nicho o neveras funerarias
de dos metros de largo y uno de ancho. En el interior cabe una cama
aunque estas cabinas vienen provistas a su vez de televisor, radio y
luz. Los clientes comparten baño exterior y salas en el recinto
compartido del hotel. Sin duda, es una forma económica para viajar al
Japón aunque no apta para gente con síndrome de claustrofobia.
Se me hace difícil imaginar cómo se debe dormir en una
habitación que mida dos metros de largo y uno de ancho, así que para
hacernos una idea más clara os ofrecemos un vídeo para que os hagáis una
idea más realista.
6. Poseidon Undersea Resort, Islas Fiji.
El hotel cuenta con una serie de habitaciones
submarinas que se ubican a 20 metros de profundidad en este transparente
y hermoso mar. Abierto desde 2010.
7. Hotel De Vrouwe van Stavoren, Holanda.
Este hotel ha convertido unas enormes barricas de vino
en habitaciones para dos personas. La elección es personal ¿Vino blanco
o vino tinto?
Si eres claustrofóbico o no te gusta el olor a vino
probablemente no sea éste tu alojamiento favorito… Aunque no podemos
negar que es original, pues este hotel está compuesto por curiosas
habitaciones instaladas en auténticas
barricas de vino.
El Hotel-Restaurant-Serre de Vrouwe se sitúa en
Stavoren (Holanda) y está hecho con antiguos barriles de madera de vino
con capacidad para más de 14.000 litros. No dan para colocar una cama
grande, pero sí dos camas pequeñas a cada lado.
La terracita frente al barril da algo de amplitud al
espacio, pero no podremos ir con maletas demasiado grandes…
Resulta un lugar bastante curioso y en un entorno muy
agradable, una localidad pesquera y rodeada de vegetación, no me
importaría perderme por aquí...
Además podremos elegir dormir en barrica de vino
blanco o tinto, por eso de los olores más afines a nosotros. Una noche
en una de estas barricas cuesta unos 110 euros.
8. Hotel Everland, Francia.
Se trata este de un hotel de una sola habitación…
portátil. Así, la misma se pasea por el mundo entero y siempre
ubicándose en sitios estratégicos. Pues en esta oportunidad el lugar
elegido ha sido el Palais de Tokio en París.
Sabina Lang y Daniel Baumann, dos artistas suizos que
conjugan arquitectura y diseño, han creado una habitación de hotel
portátil que puede ser colocada en el tejado o la terraza de cualquier
edificio, hotel, o incluso en el suelo.
En principio se instaló en el Hotel Everland de
Leipzig, pero parece que ha sido recientemente trasladada al Palais de
Tokyo en París.
Realmente puede ser la solución a los problemas de
espacio de los hoteles en temporada alta. Aunque no sabemos si su coste
compensará demasiado a los establecimientos.
9. Hotel Utter Inn, Suecia.
Situado en Västeras, este hotel de una única
habitación se sumerge tres metros bajo la superficie del Lago Mälaren.
Es allí, entonces, donde el viajero podrá apreciar las profundidades de
este espejo de agua gracias a las ventanas estratégicamente ubicadas.
El Utter Inn es uno de los hoteles más singulares del
mundo. Está situado en Västeras, Suecia, a tres metros bajo la
superficie del Lago Mälaren.
Es obra del artista local Mikael Grenberg y consta de
una sola habitación (que cierra durante el invierno).
Existen dos tipos de estancias que se pueden reservar
en él: la estancia De Luxe, en la cual te hacen la cama, te limpian la
habitación y te llevan la comida en una barca. Y la estancia Bohéme, en
la que todo eso corre de tu cuenta, y es claramente la más barata.
No hay mucho que hacer en este hotel, salvo mirar por
las cristaleras panorámicas de la habitación submarina, explorar la isla
deshabitada que hay en las cercanías, o nadar.
A mi me parece un lugar excelente para desconectar de
todo y pasar una temporadita.
10. Costa Rica: suite construida en un Boeing 727
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Si de
hoteles curiosos se trata, aquí en
Diario del Viajero tenemos
mucha experiencia dado que en busca de originalidad y publicidad los
empresarios hoteleros dan rienda suelta a su imaginación. De esta
manera, en el corazón de la selva de
Costa Rica encontramos
este establecimiento llamado Costa
Verde que entre sus instalaciones cuenta con
un avión Boeing 727 donde alojarse.
Rescatada del aeropuerto de San José, la aeronave
que data del año 1965 y que prestara servicio en aerolíneas tales
como Avianca y South Africa Airlines, fue totalmente reacondicionada
para darle un toque rústico, con la mejor vista y unas excelentes
comodidades.
Así, el avión se alza a 15 metros de altura para,
de esta forma, poder apreciar un maravilloso paisaje del mar y de la
frondosa vegetación del lugar. Entonces, para acceder a la
habitación, habrá que subir una escalera de piedras que dejará al
descubierto el trabajo realizado dentro del avión para recibir a sus
habitantes.
Para ello el
Hotel Costa Verde hizo que dentro del fuselaje funcionaran
dos habitaciones con baño privado, una cocina y un comedor, mientras
que en el exterior una hermosa y gran terraza de madera invita a
sentarse y disfrutar de la vista y el aire libre, limpio y puro.
Completan las características de esta original
suite la presencia de madera en todos los ambientes, los muebles
tallados a mano, un sistema de aire acondicionado para sobrellevar
las altas temperaturas, un televisor de pantalla plana y, claro
está, la experiencia de haberse alojado en un lugar tan singular.
11. El hotel 747
A principios de diciembre de este año estará
abierto al público el Jumbo Hostel el primer hotel
construido dentro de un avión.
Está “aparcado” en el aeropuerto Arlanda de
Estocolmo Suecia) y a partir de entonces podremos pasar una noche en
un Boeing 747 pero sin sufrir los vaivenes de despegues y
aterrizajes.
El avión es un modelo Boeing 747-200 del año 1976
que ha sido totalmente remodelado y decorado para dotarle de las
comodidades necesarias para los huéspedes.
Por lo que se puede adivinar de las primeras
imágenes, renders y demás, parece un poco estrecho. Las habitaciones
tienen apenas 6 metros cuadrados y nos aseguran que el techo está a
3 metros de altura. Son 25 habitaciones con una capacidad máxima de
86 pasajeros.
De todas formas me recuerda el formato de los
hostels (claro, de allí su nombre), con pasillos estrechitos y
literas en los pequeños cuartos.
La cabina ha sido transformada en una suite, y
ofrecerá un café donde subir a tomar algo sin necesidad de pasar la
noche “a bordo”.
Las reservas comienzan en diciembre, pero no he
podido encontrar las tarifas. Pero si está en Suecia no debe er muy
barato. ¿Alguien tiene el dato?
Aquí les dejamos un vídeo con las maniobras para
“instalarlo” en el aeropuerto de Estocolmo.