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Promoción
Mashpi Lodge, en
Ecuador.
Roque Sevilla, empresario de
éxito y ex-alcalde de Quito, promovió este
refugio de lujo en el centro de la jungla
ecuatoriana, ideal para explorar la
biodiversidad de una de las zonas más ricas
del planeta.
El
Chocó es una región biogeográfica que se
extiende desde Panamá hasta el norte de Perú
incluyendo el noroeste de Ecuador y
Colombia.
En sus 187.000 km2 viven 9.000
especies de plantas vasculares, 600 aves,
200 mamíferos, 100 reptiles y 120 anfibios.
A tres horas de Quito se
sitúan las 1.300 hectáreas de la Reserva del
Bosque de Mashpi. Este proyecto persigue la
preservación de la biodibersidad amenazada
por la deforestación de las últimas décadas.
Con una rigurosa subordinación a ese fin, el lodge quiere mostrar a sus huéspedes la
riqueza de su selva tropical.
Está situado en un lugar
privilegiado por sus panorámicas sobre el
bosque y los valles visibles desde desde la
terraza superior y –gracias a sus grandes
ventanales– desde cualquiera de las
habitaciones y suites, que son una auténtica
burbuja de cristal en el corazón de la selva
chocoana.
El lodge es el punto de
partida de múltiples actividades en la selva
y el confortable refugio en el que descansar
tras las caminatas, ya sea en su Spa o
documentándose en la biblioteca.
Se accede a través de un
pequeño teleférico que cruza, sobre las
copas de los árboles, dos kilómetros de
selva.
Tiene una capacidad para seis
personas, además del guía. Durante los 35
minutos que dura el trayecto se puede
apreciar la riqueza del ecosistema.
La bicicleta aérea –que
cubre una distancia de 200 metros sobre el
bosque y el río o la Torre de Observación
–una estructura metálica de ocho pisos de
altura– son otras dos atractivas propuestas
para conocer el territorio y su fauna.
No obstante, la mejor
manera de vivir la selva chocoana es
adentrarse en ella a pie, acompañado de
alguno de los guías naturistas de Mashpi que
mostrará, por ejemplo, la infinidad de
especies de orquídeas, mariposas o aves
entre inmensos árboles, helechos gigantes y
cascadas de agua.
Este paseo gana interés y
emoción por la noche con la posibilidad de
descubrir los comportamientos de las
criaturas nocturnas.
Con la bioluminiscencia
de algunas especies la experiencia de esta
caminata nocturna se convierte en un viaje a
Avatar.
En el equipaje de este
viaje es importante no olvidar un sombrero,
protector solar, gafas, unas buenas botas
para caminar, ropa de colores oscuros y
terrosos, repelente de insectos, linterna
con pilas de recambio, prismáticos y una
pequeña mochila.
El Lodge propone un
programa de tres días (dos noches) con
salida y llegada a Quito, suficientes para
disfrutar del abanico de experiencias que
esta privilegiada zona del planeta puede
proporcionar.
Más información en mashpilodge.com
correo
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