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Promoción
Hoshinoya Kyoto
En Arashiyama, junto a un río y a un bosque misterioso, y
muy cerca del gran jardín de Japón que es Kioto, Hoshinoya es un
singular resort creado sobre una vieja construcción centenaria de un
rico comerciante de la región.
Todas las estancias de
la antigua residencia del magnate Sominokura Ryoi han sido restauradas
de la mano del arquitecto Rie Azuma y ambientada con muebles y
materiales de hoy para que los huéspedes disfruten de la máxima
comodidad, pero sin que para ello perdiera el encanto del edificio
original, de forma de vida tradicional japonesa y de la relajante
decoración minimalista local.
De todos los elementos arquitectónicos el
más agradecido son los grandes ventanales con su puertas correderas que
permiten que penetre a toda la estancia la espectacular belleza del
exterior.
A pesar de la distancia
que separa el hotel del centro y los parques de la ciudad no hay una
opción de alojamiento que permita sumergirse la experiencia de vivir un
jardín japonés como en Hishinoya Kyoto.
Capital de Japón desde el año
794 hasta el 1868, la ciudad se enorgullece de tener algunos de los
jardines más bellos del mundo, como Jodo-Shiki Teien que influyó
decisivamente en el paisajismo japonés, Ryonaji con su jardín de rocas,
musgo y grava, Nanzenji alrededor del templo Zen o la inmensidad del
Parque Imperial.
El desarrollo del
paisajismo japonés se ha forjado durante el último milenio. El
crecimiento de la tradición jardinera japonesa está profundamente
conectado con la introducción de avanzados en el cultivo del arroz y las
hortalizas.
El cuidado de un jardín japonés requiere de más cuidados que
cualquier otro en sus infinitos detalles. Muchos paisajistas
internacionales han tenido como fuente de inspiración al jardín japonés
y en sus diseños han seguido criterios y principios nipones en la
distribución de las rocas, las plantas, el agua y la tierra.
Paisajistas de la
Universidad de Viena describieron las seis etapas del jardín japonés
asociada cada una de ellas a una filosofía dominante, como la creencia
Shinto en el siglo VIII para los que los dioses eran elementos
integrables en el jardín.
En la segunda etapa el jardín respondía a la
expectativa personal del paraíso (hasta el sigloXII).
La influencia del
budismo zen (siglo XVI) convirtió en los jardines en lugares de
meditación. Posteriormente se introdujo el rito del té y el jardín pasó
a ser una fuente de energía.
El siglo XIX fue el del declive del jardín.
Desde entonces el jardín pasó a ser un variado espacio de coleccionismo.
Aunque suele creerse
que es la primavera la época más adecuada del año para viajar a Kioto,
lo cierto es que sus jardines, sus lagos y sus bosques son
impresionantes en cualquier época del año, cada una con sus distintos
atractivos y sus colores dominantes.
No falta quien considera que es el
otoño la mejor estación del año para la visita.
Sin duda la gastronomía
es el otro gran argumento de Kioto. En esta población de 1,4 millones de
habitantes hay 7 restaurantes con tres estrellas Michelin, 21 con dos
estrellas y 73 con una estrella.
Uchiro Kubota, el chef del resort
Hishinoya Kyoto es uno de los laureados por la guía francesa.
Su cocina
está estrechamente vinculada a la tradición kioteña pero se ha
enriquecido de su experiencia culinaria en el extranjero. Los huéspedes
pueden cenar en el restaurante o en su propia habitación.
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